Dos factores han contribuido en el éxito que este año ha tenido la actividad ‘Toledo se mueve’, que ha cerrado la XXXI Semana de la Juventud. Por un lado, ha estado el cambio de horario a la tarde, de cinco a ocho. La plaza del Ayuntamiento ha estado tres horas repleta de niños deseosos de jugar. Además, también ha cambiado la actividad. En los dos años anteriores, el kin-ball (deporte por equipos con una enorme pelota) no es que haya tenido poco éxito, pero se trataba de una única competición y por equipos, de forma que los participantes se tuvieron que apuntar antes, y esperar su turno. En esta ocasión han sido cuatro las actividades deportivas programadas por el concejal de Juventud Pablo García (también concejal de Deportes) y su equipo. Cuatro actividades muy del gusto de los niños presentes.
Quizás la que más ha llamado la atención, explica Alicia Puebla, comunity manager del Grupo Ocio y Aventura organizador del evento, fue el dunk tank. Un niño se subía a un trampolín y el resto tenía que acertar en un pulsador con una pelota. Al hacerlo, del primero caía a un tanque de bolas. Al principio, los más pequeños querían lanzar la bola, pero al final muchos se picaron y se apuntaron a lo de caer a un tanque lleno de bolas.
A su lado, una novedosa tabla de surf mecánica, una buena oportunidad para acercarse a este deporte, en secano y con unas lonas hinchables debajo.
También destacó la tirolina montada en la plaza del Ayuntamiento. Quizás era la actividad más complicada, porque para acceder a lo alto de la torre, había que hacer escalada. Pero muchos niños se atrevieron, con las debidas medidas de seguridad, y en este caso, no solo niños.
Finalmente, hubo cuatro camas elásticas, en las que poder saltar a lo más alto, y ver incluso una perspectiva muy original de la Catedral. Lo mejor es que no había problemas con el peso, y también pudieron subir personas algo mayores.
Estas actividades pusieron el punto final a una amplia programación de iniciativas pensadas por y para los jóvenes toledanos y toledanas, como los conciertos de Ana Guerra y Marea, o el ‘Young Fest’ por el que han pasado grupos de artistas locales y otros de ámbito nacional como Sôber.