Los estudios de arquitectura de Talavera y, en general de la provincia, afrontan estos días de pandemia con «bastante trabajo», ligado a la construcción de residencias en urbanizaciones y pequeños municipios o a la decisión de muchos de cambiar de piso tras el confinamiento por la pandemia del coronavirus. Así lo destacó a este diario el presidente de la Demarcación de Toledo del Colegio de Arquitectos de Toledo (Coamto), Carlos Rojo, quien señaló que la pandemia del Covid empezó a notarse en el sector sobre todo en abril, tras un mes de marzo «con mucho trabajo en el Colegio de Arquitectos».

Algo que, como explicó, puede deberse a que precisamente el confinamiento permitió a los estudios de arquitectura «ir terminando trabajos que tenían en cartera». Sobre este punto, señaló que quien está pensando en construirse una vivienda «no se para por este tema, puede ralentizarlo o detenerlo un poco, pero si la decisión está tomada, sigue».

Así, explicó que muchas personas de Talavera que tenían previsto ya antes de la pandemia mejorar su nivel de vida construyéndose una vivienda unifamiliar o comprarse un piso nuevo, después del confinamiento «ha adelantado decisiones» que llevaban en mente desde hace tiempo. Así ha sucedido también con las reformas, donde los profesionales de la construcción están teniendo mucha demanda hasta el punto de que están dando plazos y fechas «cada vez más largas».

En lo que respecta a la obra pública, Rojo señaló que en Talavera y en general en la provincia, antes había numerosas empresas «que solo hacían obra grande» y ahora «acometen reformas, intervenciones en pequeños municipios y mucho tipo de obra que antes descartaban» y otros muchos están yendo a trabajar a Madrid.

Este profesional confirmó que también hay «bastante trabajo» en los estudios, tanto de edificación como de Urbanismo, algo que desde el Colegio consideran que responde a que «hay mucha gente que está tomando decisiones de construir o de edificar en la provincia de Toledo huyendo un poco del foco de Madrid».

Además, hay quienes se han venido a vivir a esta zona desde la comunidad de Madrid dado que el coste de vida en Talavera es «muy pequeño» y se trata de «una ciudad muy cómoda y muchas veces con muchos recursos que los propios talaveranos desconocemos», como el entorno, el río, las barrancas, la proximidad de Gredos y que es una ciudad llana.

En concreto, Rojo manifestó que en urbanizaciones como Serranillos, donde en invierno suele tener residentes testimoniales, ahora hay «mucha gente viviendo allí con el teletrabajo» así como también son muchos quienes «han decidido hacerse casa en la propia urbanización, en Cazalegas, en Pepino y en muchísimos municipios y esa decisión la han adoptado con el tema del Covid».

Para Rojo, «la gente le ha cogido cierto reparo a vivir agrupada con tanta densidad y tan pocas posibilidades de salir a dar un paseo, a disfrutar del medio ambiente», y esto está permitiendo que los arquitectos, de momento, estén teniendo trabajo. En concreto, precisó que el sector ha recuperado lo que perdió el pasado abril, cuando el volumen cayó un 50%, y ahora está «incluso en cifras superiores a las del año pasado». Así dijo que se está incluso empezando a edificar en municipios que llevaban mucho tiempo sin tener ni un solo proyecto».

Este arquitecto señaló que esta demanda ante todo se percibe en núcleos rurales, pero también en el propio ámbito de Talavera, donde «algunos promotores continúan su actividad promotora» y donde hay «bastante edificación residencial» de la mano de promotores que incluso recurren a fondos propios. Sí es cierto que hay otra serie de actividades «que se han quedado detenidas», como las relacionadas con los negocios de hostelería y hotelero, donde están «intentando intuir cuánto va a durar esto para poder tomar sus decisiones».

Para este mantenimiento de la actividad, Rojo destacó que ha influido mucho el hecho de que las entidades financieras «siguen financiado proyectos» sin poner muchas trabas.