El liderazgo del Parlament amenaza con enfrentar a JxCat y la CUP

EFE
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ERC, por su parte, da por hecho que le corresponde la presidencia de la Generalitat, que prevé asumir el actual vicepresidente del Govern, Pere Aragonès

El liderazgo del Parlament amenaza con enfrentar a JxCat y la CUP - Foto: David Zorrakino

La disputa por la presidencia del Parlament en esta próxima legislatura amenaza con complicar las negociaciones entre fuerzas independentistas, ya que puede derivar en un pulso entre JxCat y la CUP, que a su vez puede complicar la investidura que busca Pere Aragonès.

Con su condición de primera fuerza independentista en el Parlament -con 33 escaños, los mismos que el PSC-, ERC da por hecho que le corresponde la presidencia de la Generalitat, que prevé asumir el actual vicepresidente del Govern, Pere Aragonès.

Si se reeditase la coalición independentista que gobierna actualmente, el esquema que se seguiría permitiría a ERC asumir la presidencia de la Generalitat y JxCat se quedaría con la presidencia del Parlament.

Pero tras las elecciones del 14F ERC ha tendido la mano a la CUP, para invitarla a formar parte del nuevo Govern, lo que implicaría un reparto diferente de responsabilidades.

La CUP, sin embargo, ha abierto un debate interno para decidir si reclama la presidencia del Parlament, para "hacer frente a los ataques del Tribunal Constitucional a la soberanía" de la cámara.

Este miércoles, desde SER Catalunya, el hasta ahora presidente del grupo de ERC en el Parlament, Sergi Sabrià, ha animado a la CUP a asumir por primera vez "responsabilidades" de gobierno, si bien también se ha mostrado dispuesto a hablar de la posibilidad de que los anticapitalistas se queden con la presidencia del Parlament.

Sabrià ha invitado a los anticapitalistas a "poner sobre la mesa" sus aspiraciones y se ha mostrado "dispuesto a hablar de todo", si bien ha admitido que las negociaciones avanzan "lentamente" y el consenso "costará".

Esa puerta abierta a hablar de una hipotética presidencia del Parlament en manos de la CUP puede chocar con JxCat, que entiende que, si ERC consigue investir a Aragonès como presidente de la Generalitat, a Junts le corresponderá, como segunda fuerza independentista, presidir la cámara catalana.

Este fue de hecho el esquema que se siguió tras los comicios de 2017, cuando JxCat situó a Quim Torra como presidente catalán y ERC aupó a Roger Torrent a la presidencia del Parlament.

Fuentes de JxCat subrayan que por ahora su prioridad no es hablar de cargos sino cerrar una "estrategia compartida" entre los partidos independentistas para dar continuidad al procés, si bien admiten que como segunda fuerza soberanista -con 32 escaños, uno menos que ERC, por encima de los 9 de la CUP- no pueden renunciar ni a una vicepresidencia del Govern ni a presidir el Parlament.

Para presidir la cámara catalana, según las fuentes consultadas, en las filas de JxCat se barajan internamente diferentes nombres, incluido el de Laura Borràs si finalmente renuncia a ocupar la vicepresidencia del Govern y se opta por situar a Elsa Artadi como vicepresidenta económica del nuevo ejecutivo.

En las quinielas internas de JxCat se barajan otros nombres para presidir el Parlament, como Meritxell Budó, Gemma Geis o Damià Calvet, que también podría mantenerse como conseller, mientras que Josep Rius podría asumir asimismo un papel relevante en la cámara.

Asimismo, JxCat prevé que su diputado electo y exconseller de Cultura, Lluís Puig, tome el acta como parlamentario tras el 14F, a pesar de seguir en Bélgica, después de que el Tribunal de Apelación belga rechazase el pasado enero su entrega a España.

Mientras tanto, desde el Congreso, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha hecho un llamamiento al independentismo a "pasar página" en su agenda de "ruptura e imposición" y admitir que los catalanes se han inclinado en las urnas por un gobierno de izquierdas que favorezca el diálogo y el entendimiento.

Por su parte, en declaraciones a TV3, el líder de Ciudadanos en Cataluña, Carlos Carrizosa, ha mostrado su "preocupación" por las consecuencias que podría tener para la "estabilidad" que la CUP presidiese el Parlament o incluso fuese parte de la gobernabilidad.