El Tajo no remonta

C.S.Rubio
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El cambio de reglas de explotación del trasvase Tajo-Segura no mejora la situación de los embalses de cabecera, que se mantendrán en nivel de alerta al menos hasta próximo enero

El Tajo no remonta - Foto: rubén serrallé

La situación del Tajo no mejora. Los técnicos del Ministerio de Transición Ecológica (Cedex) advierte ya en su último informe de que la cabecera del río se mantendrá en alerta por sequía (nivel 3) hasta al menos enero de 2022. 

Una situación de escasez que los pantanos de Entrepeñas y Buendía arrastran desde el pasado junio. Y ello pese a los aportes extra de agua recibidos entre enero y febrero, a cuenta de los estragos climáticos provocados por la borrasca Filomena. 

En esos meses, los embalses de cabecera del Tajo recibieron más de 433 hectómetros cúbicos, una de las cantidades más altas para esos meses en los más de cuarenta años de historia del trasvase, según reconoce el citado informe del Cedex. Pero, tal y como apuntaban los municipios ribereños a principios de verano, «tras cuatro meses expoliando a tope, el único recuerdo de Filomena que queda en la cabecera del Tajo son las fotos con nieve y los desperfectos en las casas». «El agua se ha esfumado camino de Levante, dónde se almacena contraviniendo el espíritu de la ley, que insta a guardar preferentemente el agua en la cabecera del Tajo para favorecer a los ribereños».

Con todo, la historia se repite. Sin ir más lejos, en 2020 la cabecera del Tajo entró en ‘nivel 3’ por sequía en el mes de agosto, también tras una primavera especialmente lluviosa. Y entre junio de 2017 y marzo de 2018 el trasvase estuvo cerrado por situarse sus pantanos de cabecera por debajo de la barrera a partir de la cual no se puede mandar más agua a las regiones del Levante (fijada desde 2014 en 400 hectómetros cúbicos).

Cambio en las reglas del trasvase. La entrada en vigor de las nuevas reglas de explotación del Tajo-Segura, aprobadas por real decreto a finales del pasado mes de julio, no van a permitir aliviar la situación de la cuenca cedente, al menos de momento. Un cambio de reglas que, básicamente, viene a reducir el volumen de los trasvases en ‘nivel 2’ (o de ‘normalidad’) de los 38 hectómetros cúbicos mensuales a un máximo de 27.

Modificación que ya fue tomada en consideración en la última reunión de la Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura (ATS), celebrada a principios de este mes, y donde también se dio luz verde a una nueva derivación del Tajo al Segura de 14 hectómetros cúbicos para el mes de agosto, 6 hectómetros cúbicos menos del máximo permitido en el actual nivel de alerta (20 Hm3). De ellos, 7,5 hectómetros cúbicos se destinarán a abastecimientos urbanos y 6,5 para regadío, según confirmó Moncloa en nota de prensa.

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