La Vía Verde: dos años fuera de circulación

J.M.
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La Fundación de los Ferrocarriles mantiene la advertencia sobre el mantenimiento. Otro organismo público disuade también al visitante: «No cumple los estándares de conservación»

La Vía Verde: dos años fuera de circulación

Las administraciones públicas defienden con denuedo el interés turístico de cada localidad, más allá de que el contenido valga la pena. Lo infrecuente sería hallar organismos que inciten a esquivar un atractivo o a ser prudentes en las visitas. Sin embargo, hay excepciones fundamentadas en la realidad. La Vía Verde de la Jara, el trazado de 52 kilómetros por esa comarca, soporta el marchamo de la pésima conservación desde hace aproximadamente dos años sin que haya de momento remedio.

La Fundación de los Ferrocarriles Españoles, dependiente del Gobierno de España, encabeza el programa Vías Verdes, iniciado hace casi 30 años y que ha logrado el acondicionamiento de 2.900 kilómetros de antiguos trazados ferroviarios . Entre ellos, la Vía Verde de la Jara. Pero desde hace casi dos años figura en su página de internet una advertencia sin contemplaciones:  «Vía Verde con serios problemas de mantenimiento (mal estado del firme, falta de iluminación en los túneles y déficit en la recogida de residuos). En la actualidad, se está buscando una solución para revertir esta situación y se avisará oportunamente de los cambios en la misma. Mientras tanto, se aconseja circular teniendo en cuenta esta advertencia y se desaconseja encarecidamente acceder o acercarse a los recintos de las estaciones en estado de abandono».

Este párrafo está destacado en rojo en el apartado de la Vía Verde de la Jara. Lleva así desde 2018. «Túnel número 9 cerrado (el siguiente a la estación de Nava-Fuentes) por desprendimientos a causa de las lluvias. Existe un trazado alternativo. No obstante, se puede pasar por el túnel bajo la responsabilidad del usuario», continúa la advertencia.

La Mancomunidad de la Vía Verde que incorporaba a los municipios por los que pasa el itinerario (Calera y Chozas, La Nava de Ricomalillo, Sevilleja de la Jara, Aldeanueva de Barbarroya, El Campillo de la Jara y La Estrella) quedó disuelta a principios de 2019 después de arrastrar una deuda aproximadamente medio millón de euros, y la titularidad y la gestión corresponden ahora a ADIF, que empezó aproximadamente en 2018 unas negociaciones con la Diputación Provincial para un posible traspaso.

Las inversiones llegaron con un presupuesto de 750.000 euros entre 2008 y 2011 y se promocionó el trazado. Se abrieron dos vagones como servicio de restaurante y hotel, y recrecieron las esperanzas económica en la comarca. Pero todo se quebró.

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación dispone también de un listado de senderos titulados ‘Caminos naturales’, entre los cuales figura la Vía Verde de la Jara. La amonestación al trazado, en negro esta vez, es más corta pero más afilada: «Por razones ajenas al Programa de Caminos Naturales, este camino no cumple los estándares de conservación exigidos, por lo que algunos tramos del mismo pueden no ser transitables».

No obstante, las dificultades siempre han acompañado a este trazado que se empezó a idear a principios del siglo XX. El recorrido extremadamente difícil, unido a las ingentes obras de ingeniería como los túneles o el viaducto, que exigía la tortuosa orografía,  provocaron que se diera carpetazo al proyecto después de décadas de empeño.

«Lo que empezó en 2006 como un recurso de gran interés para incentivar el turismo y el desarrollo de la zona de la Jara, ha terminado de la forma más triste imaginable», afirmaba el comunicado del proceso de disolución de la agrupación de municipios en octubre de 2018.

La red ‘Caminos naturales’ sí hace hincapié en lo extraordinario de este paraje que atraviesa la comarca más despoblada de la provincia y anima a cualquier aspirante a una aventura. «El Camino Natural Vía Verde de La Jara, se puede realizar fácilmente en bicicleta, a pie o a caballo. Atraviesa seis viaductos y dieciocho túneles, midiendo el más largo de los últimos, que se encuentra pasada la estación de Nava-San Vicente, 800 metros; los demás están entre los 50 y los 300 metros. Para transitar por ellos, es recomendable el uso de linterna, a pesar de estar dotados en su mayoría de iluminación artificial».