Provoca lesiones en los ojos a una mujer y la retiene 1 hora

J.M
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Los hechos ocurrieron presuntamente en una vivienda de Ontígola, según la denuncia a la que ha tenido acceso este diario cuya víctima fue diagnostica por los médicos del Virgen de la Salud de una causticación corneal bilateral severa.

Los hechos han sido denunciados ante la Guardia Civil. - Foto: David Pérez

Una joven ha denunciado ante la Guardia Civil que el ocupante de la casa donde pasó una noche a finales del mes de agosto le echó líquido en la cara y le impidió durante una hora salir a la calle. Los hechos ocurrieron presuntamente en una vivienda de Ontígola, según la denuncia a la que ha tenido acceso este diario cuya víctima fue diagnostica por los médicos del Virgen de la Salud de una causticación corneal bilateral severa, por la que continúa con visitas al centro hospitalario para seguir la evolución.

El relato de la denuncia comienza cuando la joven llega a Aranjuez procedente de fuera de la provincia de Toledo para desplazarse a Ocaña y pasar unos días. Ya allí, se entera de que no puede quedarse en el alojamiento de la localidad toledana. Entonces, localiza a una amiga y se van juntas a Ontígola para buscar un lugar donde la chica pueda dormir esa noche. Casualmente, pasaron por la casa de un conocido de la amiga y se quedaron conversando con él un rato. Al final, la denunciante decidió pasar la noche allí.

La chica se fue sola a dormir a una habitación ya de madrugada. Horas después, notó la presencia del hombre en la habitación, quien abría los cajones de la mesita. En ese momento, él le propone una relación sexual, a lo que ella se niega.

Unas dos horas después, a las seis de la mañana, la denunciante afirma que se vuelve a despertar aturdida con fragmentos de cristal sobre ella. El individuo estaba de nuevo dentro de la habitación. Entonces, intentó escapar de la casa, pero estaba cerrada bajo llave. En ese momento, se dirigió al hombre para que la dejara salir, y el individuo reaccionó lanzando hacia los ojos un líquido que tenía en una taza.

La mujer temió por su integridad mientras el hombre se ponía nervioso. «La he cagado, la he cagado», decía el individuo, según la denuncia. Después, la víctima vio que él se había apoderado de su móvil y, tras una resistencia, le quitó el dispositivo. A continuación, escribió a su padre e intentó ponerse en contacto con su amiga.

Finalmente, hacia las siete de la mañana, y tras una conversación entre ambos, el individuo sacó la llave y abrió la vivienda para que ella se fuera.