La tercera de las jornadas de la peña taurina El Trapío, versó sobre la figura de José Gómez Ortega, conocido por todos como Joselito ‘El Gallo’.

El menor de una familia de toreros que en pocos años se puso a la cabeza del torero en la segunda decena del siglo XX. Hasta nuestra ciudad se ha trasladado uno de los que mejor conoce y ha estudiado la personalidad, la historia, su vida, su evolución y su influencia en el toreo moderno; estamos hablando de Paco Aguado. Este periodista madrileño es además el autor del libro que mayor repercusión ha tenido sobre el malogrado torero, editado por Espasa Calpe, bajo el título ‘El Rey de los Toreros’. Esta obra que en la actualidad está agotada, tiene en proyecto una reedición para este año el 2020, en el cual se conmemoran los 100 años de su fatídica cogida mortal.

Hace un siglo que ‘Joselito’ perdió la vida de mano de Bailaor, toro de la ganadería de la Viuda de Ortega en la plaza de Talavera de la Reina. Una fecha que se está rememorando a lo largo de todo el orbe taurino con multitud de acontecimientos culturales. Por ello El Trapio, no ha querido dejar de pasar la oportunidad de contar en su semana taurina con el mayor conocedor de ello, Paco Aguado, que hace apenas 10 días, estuvo en la ciudad de la cerámica aportando conocimiento del torero sevillano, al público asistente.

En la sala Domingo Ortega de la Plaza de Toros de Toledo, coso donde el homenajeado actuó en la feria de agosto de 1916, el conferenciante estaba emocionado, compartiendo acompañado de soportes digitales, de su obra escrita y del estudio pormenorizado del torero que lleva por bandera en su trabajo periodístico.

Con una didáctica conferencia y ante un aforo de nuevo lleno hasta arriba de aficionados y curiosos, compartió su conocimiento en un encuentro que hipnotizo a los asistentes, sabiéndoles a poco la hora y pico de referencias sobre José Gómez.

Explicó como en aquella época Joselito, logra que los ganaderos cambien los toros y los vayan adaptando al toreo moderno que estaba por venir. Fueron de la mano juntos Joselito y Juan Belmonte, pareja de aquellos años. Eran los mandones en las plazas y ambos se necesitaban compitiendo y repartiéndose entre ambos el pastel. Profundizó Aguado en la Edad de Oro del Toreo, época donde menos corridas de toros se dan en España, sólo explicado por qué el público tenía interés por Joselito y Belmonte, que llenaban las plazas llegando incluso los asistentes a empeñar bienes para poder ir a la corridas.

Otro aspecto importante, fue la influencia del torero desaparecido en las plazas monumentales. Sobre todo su empeño personal en la construcción de la plaza de toros monumental de Sevilla. Busco un inversor que se hizo cargo del proyecto de la plaza que se hizo en San Bernardo, con capacidad para 22.000 espectadores. Tuvo problemas de resistencia pese a lo cual se levantó y se finalizó. Todo este empeño de Joselito, contaba Paco Aguado, fue por el empeño de que la gente más humilde pudiese ir a los toros pudiendo pagar entradas más económicas que las habituales.

Contó como un toledano, Gregorio Corrochano, cronista de ABC en esa época empezó a criticar al torero sevillano. Una estrategia parece ser velada para desprestigiar al joven Ortega que con tan solo 16 años al hacerse matador de toros, se hecho el toreo a las espaldas. Dos aspectos que también le influyeron negativamente fue la muerte de su madre y el desamor de la hija del ganadero Pablo Romero.

Los asistentes quedaron impresionados con el relato de la muerte en Talavera de la Reina, de como llega anímicamente a esa actuación y que con 25 años va a torear esa corrida para arreglar las disputas con Corrochano. Allí se presenta Joselito después de haber recibido una gran bronca en Madrid el día anterior. Allí fatídicamente pierde la vida tras cambiar el toreo a lo que ha llegado en la actualidad.

Esta noche a las 9 de la noche se hará el acto de entrega de galardones y premiados por la Peña El Trapio en el Cigarral El Bosque. Destaca la mención como socio de honor en este acto de Emiliano García-Page presidente de Castilla La Mancha por su apoyo incondicional a la tauromaquia.