Un bastoncito para mejorar el rendimiento

J. Monroy
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El doble Premio nacional de Investigación Antonio López Farré explica en Toledo, dentro del centenario de la Escuela Gimnasia, las aplicaciones que la genética tienen para lograr un mayor rendimiento deportivo o para prevenir lesiones

Un bastoncito para mejorar el rendimiento - Foto: David Pérez

Un bastoncito es la herramienta necesaria para prevenir enfermedades y aumentar el rendimiento deportivo. La clave está en el estudio genético. De todo ello ha estado hablando este jueves en el Auditorio del Museo del Ejército el profesor de la Facultad de Medicina en la Universidad Complutense, doctor en Ciencias Biológicas por la UAM, Antonio López Farré, dos veces premiado con el Premio Nacional de Investigación. Fue en la conferencia sobre ‘Aplicación de la genética en la mejora del rendimiento físico en el ámbito militar’, inmersa en el centenario de la fundación de la Escuela Central de Educación Física de Toledo.

La aplicación de la genética al rendimiento deportivo comenzó en Estados Unidos, entre equipos de fútbol americano. En España podemos ver sus resultados con deportistas ‘que se cuidan’, que gracias a estos métodos, en realidad, están alargando su carrera en la cúspide hasta edades que antes eran impensables. Pero esto es solo la punta del iceberg de la genética.

López comenzó explicando la evolución de la medicina hacia «los sanos», gracias a la genética y la inteligencia artificial. Gracias a la genética, que en realidad «es una ciencia de probabilidades», ahora podemos saber qué posibilidades tenemos de sufrir una enfermedad. «Lo bueno de esto es que si tú lo sabes, puedes poner remedio antes de tenerla», apuntó López Farré.

A partir de ahí, también se está utilizando la genética, desde el punto de vista de la vida saludable, para saber qué alimentos son más beneficiosos para una persona desde el punto de vista de la salud, o para elegir la dieta más apropiada, por ejemplo, y evitar así fracasos, «puedo decirte qué alimentos precisos te engordan o te dejan de engordar».

En el mundo del deporte y el rendimiento físico, este test ayuda a conocer qué tipos de ejercicios son más beneficiosos desde el punto de vista genético, la respuesta del organismo desde el  punto de vista aeróbico o anaeróbico, o el riesgo de sufrir lesiones sin contacto (lesiones genéticas musculares o de tendones, a las que se puede poner remedio). También se puede ver el rendimiento de un atleta en el gimnasio y cómo va a ganar mejor masa muscular. En definitiva, «con un bastoncito, un preparador físico que sepa un poquito de genética puede aplicarlo para hacer unos entrenamientos más personalizados».

El público asistente fue, sobre todo, estudiantes de la Escuela Central de Educación Física y de la propia Escuela de Gimnasia, que se aproximaron «a este mundo que probablemente vaya a cambiar la medicina en muchos aspectos».

Proyecto GenObIA. Toledo está colaborando en el proyecto GenObIA, que coordina López Farré. Se trata de una iniciativa que utiliza la inteligencia artificial para, a través de la genética y los hábitos de vida, predecir qué personas van a tener sobrepeso y obesidad, y si lo tienen, qué patologías asociadas (como cáncer, enfermedad cardiovascular o diabetes) van a padecer.

Se trata de un proyecto a gran escala surgido en la Comunidad de Madrid. López Farré coordina en su seno a 23 grupos distintos de investigación. Uno de ellos pertenece a la Facultad de Ciencias del Deporte de Toledo.