No hay ganas de fusión en la región

C.S.Rubio
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El PP regional mira desde la distancia un posible acercamiento con Ciudadanos. La formación naranja tampoco ve viable a día de hoy una unión con los populares. CLM es la única comunidad en la que no han conseguido cerrar acuerdos postelectorales

Carmen Picazo, líder de Ciudadanos - Foto: VÁ­ctor Ballesteros

Los resultados electorales de las últimas catalanas han puesto sobre la mesa la posible absorción de Ciudadanos por parte del PP. Los mentideros políticos hablan ya de que hay movimientos para atraer a dirigentes autonómicos de la formación naranja a las filas ‘populares’. La más clara en este sentido es la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que habla ya de «una fusión de facto» entre PP y Cs, en alusión al Gobierno de coalición que sostienen ambos partidos en la Puerta del Sol. Pero, ¿Que pasa en Castilla-La Mancha? ¿Hay en marcha en la región una operación en el PP para absorber a Ciudadanos?

La respuesta parece ser no. Máxime si se tiene en cuenta que en Castilla-La Mancha las relaciones entre ambos partidos no son especialmente cordiales. No hay que perder de vista que esta es la única comunidad en la que no han sido posibles pactos entre PP y Ciudadanos tras las últimas autonómicas y locales, pese a que las cuentas salían. Fuera de todo pronóstico, los de Arrimadas terminaron cerrando un acuerdo con el PSOE de Page en ciudades como Ciudad Real, Albacete y Guadalajara. Ciudadanos culpó siempre al PP de esta falta de entendimiento. El entonces número dos del partido, Alejandro Ruiz, explicaba a La Tribuna semanas después de que “el PP solo descolgó el teléfono cuando ya era vox populi que habíamos llegado a acuerdos con el PSOE. Entonces sí le entraron las prisas”.

Fuentes del PP regional confirman a La Tribuna que no está en la agenda del partido abrir negociaciones con Ciudadanos en el ámbito regional. Los movimientos en este sentido serán los que marquen las distintas direcciones nacionales, explican. En cuanto a la fusión, se la plantean como una nueva versión de la propuesta de ‘España Suma’, que no terminó de cuajar tras las elecciones vascas y gallegas.

Paco Núñez, presidente regional del Partido Popular.Paco Núñez, presidente regional del Partido Popular. - Foto: David PérezDesde Ciudadanos también se niegan contactos en este sentido con el PP en Castilla-La Mancha.

Es más, desde la formación naranja se niega la mayor: “la inmensa mayoría de los afiliados y cuadros del partido rechazan esta fusión. O están en Ciudadanos o nada, se dan de baja”, explican fuentes consultadas. “Somos un partido de centro”, recalcan, en un intento de separarse ideológicamente de la derecha que representa el PP.

Ciudadanos no omite que la situación del partido tras las catalanas es mala, pero desde la dirección del partido se reafirma su apoyo al liderazgo de Inés Arrimadas, candidata a la que se apoyaron más de dos tercios de los afilados de la región en las primarias celebradas hace ahora un año.

Cabe recordar que Ciudadanos cuenta en estos momentos con 4 diputados en las Cortes de Castilla-La Mancha, la máxima representación de una tercera fuerza política en una región tradicionalmente bipartidista (Podemos en 2011 logró 2 diputados e Izquierda Unida contó en los noventa con un escaño). El resto del arco parlamentario se reparte entre el PP (10 diputados) y el PSOE (19).

Pero, ¿qué pasaría si se sumarán los votos de Ciudadanos y Populares? Pues, teniendo en cuenta que uno más uno no siempre son dos (que se lo digan a Unidas Podemos), y tomando como referencia las últimas elecciones celebradas en la región (las generales de 2019), el resultado sería de 13 diputados  para la posible fusión PP-Cs, 6 para Vox, que se estrenaría en el parlamento autonómico, y 14 para el PSOE. Se verá.