Cuando hace 4 años un grupo de chicos y chicas, se plantearon el preparar un festejo taurino en la festividad del Milagro, parecía una locura. El primer año les costó muchos esfuerzos económicos, e introducirlo en la programación taurina que ya es referente en el mes de marzo en nuestra provincia. Aprovechando los más de 30.000 habitantes de Illescas censados, y sobre todo la amplia zona de influencia, pusieron en marcha la maquinaria de cada año. Compraron un toro serio y con trapío, que fue presentado hace unas semanas, luego una venta anticipada económica junto con una excelente promoción, dan como resultado lo vivido este fin de semana en la plaza de toros cubierta.

Con una perfecta coordinación se lleva todo, desde que desembarcaron al serio animal en los corrales, mimándole para que todo salga a la perfección. El toro es metido en un cajón que tiene realizado la Asociación para este fin, que cada año va sumando un hierro nuevo, pues todos los toros soltados desde el, se van imprimiendo para el recuerdo.

Dos caballos de tiro en línea sacan el cajón con el astado al ruedo, desplazándose sobre ruedas. Dan una vuelta completa a la plaza, tras lo cual es colocado en el lugar determinado. En este momento, un joven de la Asociación, cruza el ruedo de forma ritual, portando la divisa con los colores de la vacada, que lucirá ‘Bananero’ en su morrillo. La divisa es recogida por otros miembros y entregada al encargado de ponerla.

El éxito de ‘Bananero’ en IllescasSobre el robusto cajón, unos elegidos preparan la suelta, se le pone la divisa al toro y ante una gran expectación se abrazan dos compañeros para levantar al unísono la trampilla que dio salida al toro. Al tiempo otros dos valientes de ‘Suerte y al Toro’, se sitúan frente al cajón y en la arena esperan la primera embestida del burel.

A la orden se alza el tablón que retiene a ‘Bananero’ y ahí comienza el espectáculo. Unas 6.000 almas disfrutan de un espectáculo que ya se ha asentado en esta localidad con un éxito asombroso, donde se van intercalando los jóvenes que quieren probar suerte en la arena con el amplio toro. Se vieron saltos, recortes, quiebros, toda variedad de suertes a cuerpo limpio que precedieron a ‘los capas’ que quisieron con los trastos probar suerte ante el astado. Un habitual de esto es el toledano David Campos que no dudó en torear con gusto al de Dominguez Camacho, siendo agradecida su labor por los asistentes con una gran ovación.

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