El concejal número 13

F. J. R.
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Luis Miguel Núñez, edil no adscrito y ex de Vox, asegura no ser «la muleta del PSOE» pero evidencia con su cambio de voto en el último Pleno que está en la órbita de Alcaldía

El concejal número 13 - Foto: VÁ­ctor Ballesteros

No es Antonio Banderas. Tampoco aparece en la novela de Michael Crichton ‘Devoradores de cadáveres’ en la que se basó la película, pero Luis Miguel Núñez se está ganando a pulso ser considerado como el guerrero -concejal en este caso- número 13 del PSOE en el Ayuntamiento de Toledo.

La ficción narra como en época de los vikingos una hechicera profetiza que han de acudir 13 guerreros a rescatar un pueblo asediado, y que el guerrero número 13 debe ser extranjero. La realidad es que el PSOE se defiende en el Pleno del Ayuntamiento de Toledo con 12 ediles (uno menos ahora mismo por la baja por enfermedad de Maite Puig) y su última sesión tuvo que llegar un concejal ‘extranjero’ en su raíz etimológica latina más pura (’fuera de’).

Luis Miguel Núñez está ‘fuera del’ PSOE. No pertenece a las filas socialistas. Ni mucho menos. Actualmente es el único concejal no adscrito a ninguna formación política en el Consistorio toledano, pero llegó a Toledo como presidente provincial de Vox.

Discrepancias con la dirección del partido le hicieron abandonar al comienzo de la legislatura sus filas, calificando a la formación de  Abascal como una «seudosecta». Desde entonces siempre ha afirmado que tiene cuatro años por delante para pensar cuál es su futuro político y que únicamente tendrá en la cabeza a Toledo y ayudar a los toledanos.

Acude con regularidad a las distintas comisiones municipales, escucha a todos y no ha faltado a ningún Pleno. No está liberado ni cuenta con asignación económica al ser no adscrito. Su voto se ha movido siempre en una corriente más cercana al centro derecha que a la derecha radical de la que procede, pero en la sesión de esta misma semana ha quedado señalado.

Su voto en la moción de Ciudadanos sobre el cambio del reglamento orgánico del Pleno le ha puesto en el foco de la sospecha. Y el resto de partidos de la oposición le ven ya claramente como el concejal número 13 de Milagros Tolón.

Esa misma moción se presentó tal cual en septiembre. En esa ocasión fue presentada por IU. Quedó desestimada por el voto de calidad de la alcaldesa al haber empate gracias a los votos en contra del PSOE (12), la abstención de Vox (1) y el voto a favor de IU, PP, Ciudadanos y el no adscrito (12).

La misma moción, presentada esta misma semana, ha hecho que Luis Miguel Núñez cambie su voto. Vox se abstuvo en septiembre porque Alberto Romero abandonaba la política, pero la actual titular del escaño tiene claro que apoya la modificación del reglamento. Con ese cambio sutil, y teniendo en cuenta que el miércoles se ausentó un concejal de la oposición para asumir la baja por enfermedad de Maite Puig, el voto de Núñez era la clave. Y vaya si lo fue.

El edil no adscrito se abstuvo en lugar de votar a favor, y con ello volvió a producirse un empate técnico 11 a 11 que sirvió en bandeja el voto de calidad de la alcaldesa.

Luis Miguel Núñez no quiere consentir lo que el califica como «rumores de barra de bar». No quiere ser calificado como «la muleta del PSOE», pero esta semana su cambio en el sentido del voto le ha dejado en franca evidencia. Ahora todos le ven en la órbita de Alcaldía y nadie duda ya de que apoyará al PSOE cuando sea necesario.