El CD Torrijos se crece a costa del Illescas (1-0)

J. M. Loeches
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Un gol de Pedropa dio el triunfo a los rojiblancos ante un cuadro sagreño que se sostuvo gracias a Pedraza

El CD Torrijos se crece a costa del Illescas (1-0)

El CD Torrijos quiere coger el tren que lleva a la salvación directa y al sueño de poder ascender y el triunfo en el derbi frente al CD Illescas le ha puesto en disposición. Un detalle en un córner decantó la balanza del lado rojiblanco tras un encuentro nivelado que, quizás, solo por las paradas que tuvo que hacer Pedraza, acabó con un resultado justo.

A estas alturas del campeonato los nervios son constantes y eso provocó un arranque trompicado, sin continuidad y sin dominio claro por parte de unos u otros. Migueli apostó para su Illescas por un centro del campo muy rudo, con vistas a cortar esa alegría habitual en las transiciones del equipo de Fran Sánchez, así que ni se quiso ni se dejó jugar en condiciones.

Las oportunidades de gol tuvieron que gestarse con balones largos, errores o pases imprecisos. En el minuto 5, Diego Prado dispuso de la primera en un balón filtrado a la espalda de la defensa, pero el ‘10’ se precipitó y quiso marcar un gol de resúmenes de informativos, aunque le salió a las nubes.

Nacho le hizo un gran trabajo al talaverano, propiciando caídas para segundas jugadas, pero nadie podía fiarse. De hecho, la réplica sagreño vino poco después con una internada de Facu por la izquierda que no tuvo un centro en condiciones.

De todos modos, la más clara fue para el Torrijos, en el minuto 21. Giuli ganó espacio por su banda y, después de un recorte, puso la pelota al área para que la rematase Diego Prado de cabeza. Pedraza repelió el balón y el rechazo, recogido por Nacho, lo salvó sobre la línea Valentín, cuando la pelota ya se colaba en la portería.

Esta tendencia se repitió durante el siguiente tramo de encuentro. Si bien, todo hay que decirlo, sin controlar en exceso, el CD Illescas tampoco necesitó elaborar demasiado para coger la espalda en varias ocasiones y presentarse en el área. Eso sí, faltaron ideas o, probablemente, frescura para pensar una buena posibilidad.

Sí que la tuvo Miguel Fuentes cerca de la media hora de derbi provincial. Le mandaron un balón desde lejos que el delantero acabó controlando frente a dos defensas, y hasta en dos ocasiones. Hizo lo más difícil, pero cuando se vio en el área para rematar, se sacó un disparo horroroso al cielo de Torrijos. Bastante, bastante clara.

No dejó de intentarlo el conjunto illescano, que rozó de nuevo el gol en un córner rematado por Ranera que se perdió a la derecha de Machuca. El portero de Cebolla se sintió amenazado, pero es verdad que apenas tuvo que trabajar para sacar remates de los contrarios.

Por lo demás, el tramo final de la primera parte sí que fue claramente del CD Torrijos. A Pedro Alonso se le presentó el 1-0 en una buena jugada por el lado izquierdo, pero Rodri estorbó su remate y al final se fue a saque de esquina. Además, Ángel condujo el balón por la banda derecha en un claro contragolpe y Pedraza le sacó otra mano salvadora, para mandar el partido al descanso con el resultado inicial.

Los segundos 45 minutos empezaron todavía más abiertos que los primeros. Esa ida y vuelta tampoco se tradujo en goles, de momento. Pero en el minuto 61, Diego Prado, uno de los mejores del equipo local, ya rumió lo que iba a venir poco después. Probó con un lanzamiento desde dentro del área que le tuvo que sacar Pedraza (otra vez Pedraza) a mano cambiada.

Pero el portero de Talavera ya no pudo hacer nada en un saque de esquina botado por Ángel. Pedropa cabeceó el balón en el primer palo sin la oposición de ningún contrario. Ese tanto cambió definitivamente el planteamiento del derbi. El CD Torrijos supo dormirlo. Se fue a tres cuartos de campo a presionar a un CD Illescas que fue modificando su manera de sacar la pelota. Migueli metió primero a Harta para tener más presencia arriba. Y luego a Pablo Jiménez y a Carlos Jiménez, pero el cuadro blanco no estaba ya para tanta parsimonia y tenerla sin hacer nada no sirvió de mucho.