Pedro Tomé no consiguió su objetivo de clasificarse para el Mundial de Ironman 70.3. El toledano no pudo pasar del séptimo puesto dentro de su grupo de edad (50-54 años) en el Ironman de Cascais (Portugal) a pesar de que la carrera salió como la tenía prevista.

Aún así, el triatleta del Bicicletas Pina Tritoledo dice que está «muy satisfecho» con la carrera porque el miércoles por la tarde pensaba que “no iba a ir, ya que se me quedó bloqueada la parte lumbar de la espalda y no podía ponerme erguido”. De todos modos, gracias a la labor de sus fisioterapeutas pudo viajar a tierras lusas para competir.

Reconoce que los dolores le dejaron competir, aunque no al cien por cien. Tomé salió de la natación más o menos como había estimado, en 32 minutos. La bicicleta le salió a 35 kilómetros por hora, también como esperaba, mientras que en el medio maratón marcó 1 hora y 18 minutos, el más rápido de su categoría. De todos modos, no fue suficiente para recortar la desventaja y sólo le dio para acabar en la séptima posición.

Por tanto, no haber logrado la plaza para la cita del año que viene en Nueva Zelanda le va a quitar la satisfacción al capitalino. «Di todo lo que tenía y me quedé vacío; me tuve que quedar en recuperación nada más terminar», concluye Tomé.

Es momento de descansar después de una temporada que ha sido dura. Hay que recordar que a principios de año corrió el Ironman de Lanzarote y que, a pesar de conseguir invitación para el Mundial de Kona, en Hawái, la descartó. De ahí que optase por preparar este Ironman 70.3 de Cascais, aunque el resultado no ha sido el deseado.