El parque de los Colores fue el protagonista en el último Consejo de Participación del Casco y Azucaica de la legislatura, que como el primero, se celebró en el barrio hortelano. Allí la Asociación de Vecinos La Candelaria y el Ampa del mismo nombre pidieron un mantenimiento del mismo y de sus instalaciones.

Rompió el hielo la portavoz vecinal, María Teresa de Gracia, quien pidió el arreglo de esta zona verde, en la que hace un año se rompió un columpio y todavía no se ha restaurado.

En este punto, obtuvo el apoyo de la representante del Ampa, Elena Balmaseda, que fue la persona que denunció la rotura hace un año. Entonces el Ayuntamiento quitó el columpio roto y todavía no se ha restaurado. No le sirve, como apuntó la edil de Participación, Helena Galán, que la mejora del espacio sea una propuesta para los Presupuestos Participativos. Tampoco que el Plan de Empleo haya pintado. Porque el parque en sí está igual y porque entiende que lo que ha de hacer el Ayuntamiento, a través de la empresa concesionaria, es un mantenimiento.

A la pregunta de si hay mantenimiento programado, el presidente del Distrito, Javier Mateo, se comprometió, por un lado, a ver si esta zona está incluida en el contrato de parques y jardines; y por otro a que si hay un peligro en la zona de columpios «sí o sí», se solucione.

Balmaseda volvió a tomar la palabra en su turno para referirse de nuevo al parque de los Colores, sobre el que ha mandado escritos con fotografías al Ayuntamiento. Hablando de seguridad, hay una cosa que le preocupa: unos árboles (entiende que en su día serían arbustos, pero hoy tiene ramas desde el suelo a los dos metros y medio) que pueden ser un peligro para los niños. Porque pasan corriendo a través suyo de una zona a otra del parque, y se teme que cualquier día, algún niño se dañe un ojo.

La solución a esto, apuntó Mateo, es tan fácil como dar un parte al servicio de poda para que se encargue de estas plantas.

Instalaciones deportivas. La portavoz del Ampa también trasladó al Consejo los problemas de los vecinos de Azucaica para practicar deportes y planteó la apertura del pabellón del colegio La Candelaria por las tardes. Porque las únicas instalaciones del barrio son las del centro escolar, y la idea de los vecinos es poder utilizarlas cuando no haya clases, si hace falta alquilándolas, como ocurre con otros barrios.

Mateo explicó que en el último Consejo Escolar municipal, la propia directora del centro hizo la propuesta, y otros directores apuntaron que apostarían por algo similar en los suyos. El Ayuntamiento lo está estudiando. Hay que solventar problemas de financiación para, por ejemplo, limpiar las instalaciones tras su uso para que estén listas para los pequeños al día siguiente.