Las organizaciones agrarias mostraron ayer su descontento por el resultado final de la negociación de los presupuestos europeos en lo que a la Política Agraria Comunitaria (PAC) se refiere. Por un lado, Asaja ponía el acento en que es la primera vez en la historia de la Unión que se aprueba una reducción del presupuesto comunitario y que aunque España, en líneas generales, sale bien parada ya que consigue mantenerse en el grupo de países «receptores netos de fondos», no sale tan bien parada la PAC.

En una nota de prensa, Asaja nacional señalaba que si bien es cierto que en esta última fase de negociación el presidente del Consejo, Van Rompuy, no ha propuesta nuevos recortes de la PAC, sí recordaban que en propuestas anteriores, incluso en la propuesta inicial de la Comisión, ya se contemplaban reducciones superiores al 10% y «esas son las propuestas de las que partían y que definitivamente han sido aprobadas».

En este sentido, Asaja indicaba que la PAC era entonces «el capítulo más castigado», por lo que la nueva propuesta acordada simplemente «consolida este recorte», ya que su presupuesto se verá reducido en un 13,1% respecto al período actual. Con dicha reducción, añade la organización, «las nuevas medidas incluidas en la PAC como el reverdecimiento o greening no tienen ningún sentido, ya que lo único que van a conseguir es comprometer aún más la rentabilidad de las explotaciones agrarias europeas y españolas.

cooperativas. En la misma línea, Cooperativas Agro-Alimentarias lamentó que las ayudas para la PAC para el periodo 2014-2020 se hayan recortado, asegurando que «se está jugando con el futuro de la alimentación del ciudadano».

La organización manifestó que «una vez más» la PAC es la que tiene que «ceder ante otras políticas por la escasez de presupuesto y se siguen aumentando los objetivos y expectativas en una UE que no cuenta con presupuesto a la altura del reto de la construcción y mantenimiento de un mercado comunitario que implica unos beneficios sociales y económicos que van mucho más allá de lo que se aporta, que apenas llega al 2% del gasto público total de los miembros de la UE», informó la organización en nota de prensa.