El Casco histórico y otras zonas de la ciudad que carecían de fibra óptica podrán contar con ella como muy tarde, si no surgen complicaciones, hacia finales de año. De momento, Telefónica ya ha dado servicio a 1.300 unidades inmobiliarias, entre familias y negocios, es decir, la conexión ya está disponible para que los clientes la contraten. Están en su mayoría en la urbanización de Montesión, San Bernardo y el entorno del parque de las Tres Culturas, además de varias calles del centro histórico. Además, la compañía adelanta que, en breve, va a dar servicio a otras 4.000 unidades, en varias urbanizaciones, pero sobre todo ya, el Casco, de forma que sobre octubre habrá concluido el 50 por ciento de la obra. La idea de Telefónica es que sobre final de año, la fecha depende de las dificultades que surjan o de que no vuelva a haber confinamiento, haya concluido la instalación que le encargó el Ayuntamiento a principios de 2019.

En estos momentos, confirma Telefónica, hay más obra hecha de la que parece, sobre todo en lo relativo al cableado de alimentación, lo que viene a ser «los cimientos» de toda la actuación, los preparativos para poder hacer las conexiones. La labor, que se reinició en junio tras el confinamiento, está siendo laboriosa, sobre todo en lo que respecta al Casco histórico, por cuanto hay que cuidar el entorno y no dañar el patrimonio. Telefónica y Ayuntamiento están trabajando en sintonía, de forma que todas las actuaciones no solo tienen la revisión técnica, sino también del servicio arqueológico municipal.

De hecho, la compañía advierte que este proyecto, pionero en España, va a servir de modelo para otros despliegues en cascos históricos en ciudades Patrimonio de la Humanidad. De ahí el cuidado que está teniendo, tanto con el entorno, como con los edificios, patrimonio y medio ambiente.

Encargo municipal. El Consistorio toledano firmó a principios de 2019 un convenio con Telefónica, la empresa encargada el despliegue de la fibra, para tratar de cumplir con una demanda recurrente entre los vecinos y comerciantes del Casco y otras zonas de la ciudad que todavía carecían de ella.

La pandemia de coronavirus ha sido otra circunstancia que ha puesto en evidencia esta seria carencia de la zona más antigua de la capital de Castilla-La Mancha. Con el estado de alarma y la obligación de permanecer en sus domicilios, el teletrabajo ha sido la fórmula habitual en la mayoría de los trabajos. Las empresas han apostado por facilitar a sus empleados el poder trabajar desde sus casas y para eso es necesario una buena conexión a internet. Muchos autónomos y Pymes han sufrido también estas carencias durante todos los días del confinamiento, pero parece que finalmente el Ayuntamiento va a solucionar el tema.