Los rodajes de Sergio Leone y Amando de Ossorio

A. de Mingo
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El Pabellón de Toledo en la Feria Internacional del Campo contó con la presencia de actores como Clint Eastwood y Marisa Paredes, cuyas carreras comenzaban a despuntar en los años sesenta

Los rodajes de Sergio leone y amando de Ossorio

El Pabellón de Toledo dentro de la Feria Internacional del Campo ofreció a varios cineastas, especialmente entre mediados de los sesenta y comienzos de los setenta, una cómoda localización de resonancias históricas sin necesidad de abandonar la ciudad de Madrid.

Por allí pasó nada menos que Clint Eastwood, que alcanzaría el estrellato con su interpretación del «Hombre sin nombre» en Por un puñado de dólares (1964), primera película de la famosa «Trilogía del Dólar» de Sergio Leone. La escena en la que el pistolero tiroteaba la armadura (¿una armadura toledana en el miserable pueblo mexicano de San Miguel...?) se produjo precisamente frente a la fachada interior de la réplica de la construcción.

No fue el único western filmado en el interior de la Puerta de Bisagra madrileña. El patio abierto y algunas de las estancias interiores acogieron también el rodaje de Réquiem para el gringo (José Luis Merino, 1968), con el popular Fernando Sancho y una jovencísima Marisa Paredes, en los primeros años de su carrera cinematográfica. Esta producción, por cierto, requería construir unas escaleras y balaustradas que quedaron definitivamente incorporadas al proyecto de González Valcárcel.

Mucho más interesante sería, en el año 1973, cuando la Feria Internacional del Campo iba ya tocando a su fin, El ataque de los muertos sin ojos, de Amando de Ossorio. El cineasta gallego se valió del patio del pabellón para recrear la plaza de Bouzano, un antiguo pueblo portugués en donde sus característicos templarios zombis -a los que dedicó una tetralogía y que muchos años después acabarían inspirando el diseño de los mismísimos nazgûl de El Señor de los Anillos, de Peter Jackson- regresaban a la vida.