Segunda fase del parking de Santa Teresa

i. g. villota
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Supone una rebaja del 24,7% respecto al precio máximo. La UTE presentó la oferta económica más baja y la obra se firmará con una garantía de cinco años

Segunda fase del parking de Santa Teresa - Foto: Yolanda Lancha

La Unión Temporal de Empresas (UTE) ‘Cimasa-Aglomancha’ ejecutará la segunda fase del parking de Santa Teresa por 452.000 euros y un plazo de garantía total de cinco años. Así consta en el acta de la Junta de Contratación del Ayuntamiento de Toledo que propone a la empresa como adjudicataria de la intervención.

La cantidad ofertada por ‘Cimasa-Aglomancha’ supone una rebaja del 24,7 por ciento respecto al presupuesto máximo fijado en el pliego de condiciones del contrato de 600.000 euros, esto es, 148.000 euros menos.

La UTE presentó la oferta económica más baja de las cuatro que llegaron a la fase final de la adjudicación. ‘Entorno Obras y Servicios’, ‘AM Alonso’ y ‘Antolín García Lozoya’ fueron las otras tres licitadoras. El resto de las propuestas oscilaron entre los 465.000 euros y los 492.000 euros.

La adjudicataria también obtuvo la mayor puntuación en la valoración de criterios sometidos a juicio de valor, con 22,5 puntos de los 25 totales.

La UTE tendrá que contratar a cinco personas con dificultades de acceso al mercado laboral.

Esta segunda fase completará a la primera que ejecutó, el año pasado, la empresa ‘Eysa’, la concesionaria de la ORA, por un total de 400.000 euros.

La actuación. La obra en cuestión se ejecutará sobre una superficie de 22.590 metros cuadrados, de los cuales, 7.360 tendrán adoquín (exactamente igual que la parte ya arreglada) y 15.230 con la tradicional zahorra artificial. El número de plazas de aparcamiento resultantes será 205, de las cuales cinco estarán reservadas para personas con movilidad reducida. El plazo de ejecución de los trabajos es de cuatro meses.

Esta intervención, financiada con el superávit de 2018, tiene como objetivo, en palabras de la alcaldesa Milagros Tolón, «ofrecer un espacio digno para aparcar» que tendrá el mismo acabado que el utilizado hasta ahora, usando zahorra y adoquín en celosía, para no dañar los restos arqueológicos. En este sentido, la alcaldesa precisó que habrá una espacio del entorno que «no se va a tocar, que se va a perimetrar, que es donde están los restos arqueológicos».