El Mora Fútbol Sala Femenino fue el primer equipo en ponerse a trabajar. Las chicas de Javi Gómez quieren tener así cierta ventaja a la hora de regresar a la competición porque, como reconoce el propio entrenador, «seis meses de inactividad son una barbaridad cuando normalmente, en una temporada, se suele parar como mucho dos meses o dos meses y medio».

De ahí que en el cuadro toledano decidieran retomar los entrenamientos en el mes de julio, de manera muy individualizada y sin apenas contacto físico entre las jugadoras. Además, las sesiones se realizaron de vez en cuando, siempre dependiendo de la disponibilidad de las integrantes de la plantilla.

Así se pasó a agosto, otro mes complicado por las vacaciones, aunque el equipo moracho sí que aumentó la periodicidad de los entrenamientos, con dos o tres por semana. Hasta esta misma semana, cuando ya se ha intensificado el trabajo para arrancar la pretemporada «de verdad», como apunta Javi Gómez, una vez que se ha conocido que la competición en la Segunda División Femenina también comenzará el próximo 18 de octubre. «Tenemos terreno ganado en lo físico y bueno es», concluye.

Por lo demás, en estos días, el Mora Fútbol Sala Femenino quiere dejar cerrada la plantilla con las últimas futbolistas que faltan por incorporarse. De momento, se han anunciado nueve renovaciones y resta por comunicar alguna más y los posibles refuerzos para pelear de nuevo por la permanencia y lo que venga.

Hay que recordar que continúa buena parte del esqueleto que logró situarse en una posición cómoda durante el pasado campeonato, que tuvo que suspenderse por el estallido de la pandemia del coronavirus. De este modo, vestirán la elástica blanca: Virgina, Irene, Marisa, Raquel, Dávila, Laura, Sara y María Carrobles.