¿Son violentas las series infantiles actuales?

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Alejandra Benítez, maestra en Educación Infantil de Escalonilla, ha obtenido un premio extraordinario por un Trabajo de Fin de Máster en el que analiza el fenómeno

¿Son violentas las series infantiles actuales? - Foto: Víctor Ballesteros

«Se han hecho muchos estudios sobre la violencia en los dibujos animados, pero como se trata de un campo que evoluciona constantemente, hay que ir cambiando estos análisis con el tiempo». Han pasado muchas cosas desde clásicos del género como ‘Heidi’ y ‘Mazinger Z’, que llenaron los primeros años de quienes fueron niños en la década de los setenta, como años antes lo hicieron ‘Tom & Jerry’ y el resto de personajes de Hanna-Barbera. ‘Ulises 31’ y ‘Dragones y mazmorras’ tuvieron su oportunidad años después, lo mismo que ‘Bola de dragón’, ‘Pokémon’ y otras muchas series de animación infantil. Los ‘dibujos animados’ de toda la vida. El material con el que trabaja Alejandra Benítez, maestra en Educación Infantil, ha cambiado de título -‘Dora la exploradora’, ‘Bob Esponja’, ‘Dino Tren’-, pero sus destinatarios siguen siendo los mismos. ¿Qué diferencias hay entre los contenidos de animación que consumen nuestros pequeños en comparación con los que veíamos nosotros mismos?

«No soy una experta en las series de dibujos animados que existían antes, pero por estudios que he consultado creo que en la actualidad la apariencia de los personajes tiende a ser más humana. Eso quiere decir que los actos de violencia que aparecen reflejados en algunas de las series actuales pueden ser más realistas, y eso puede resultar  perjudicial para los niños».

Esta joven de Escalonilla ha obtenido un premio extraordinario de la Valencian International University (VIU) por la investigación con la que ha rematado el Máster de Prevención e Intervención Psicológica en Problemas de Conducta en la Escuela, dirigida por Rosa María Conty. Tras analizar un total de 19 series de dibujos animados en las dos principales cadenas temáticas de la TDT dirigidas a público infantil (Clan TV y Boing), Alejandra Benítez concluyó que trece de ellas contenían algún acto violento, mientras que solamente seis carecían de estas manifestaciones. Este 68% del total equivale a 313 actos de diversas características en cinco horas, 37 minutos y 30 segundos de programación (o, lo que es lo mismo, algo menos de un acto violento por minuto), frente a las dos horas y cinco minutos sin ninguna de estas acciones.

De acuerdo con las manifestaciones analizadas, la joven maestra realizó un perfil del agresor de dibujos animados: varón (en un 87,85% de las ocasiones), adulto (49,84%), con apariencia humana (54,31%), responsable de acciones de violencia individual (92,97%), de aparición recurrente en el desarrollo de la serie (40,25%) y un rol de ‘bueno’ (44,72%). Con respecto a las víctimas, también suelen ser varones (91,69%), adultos (45,68%), aparentemente humanos (57,82%), seres individuales (82,42%), protagonistas (47,92%) y ‘buenos’ (58,14%).

¿De qué tipo de violencia estamos hablando? «En la mayoría de los casos, se aprecia violencia física, a menudo con armas y objetos (o superpoderes), y en un porcentaje más pequeño de los casos, violencia verbal». Estas cifras, respectivamente, constituyen el 38,01%, el 29,07% y el 8,62% de las manifestaciones analizadas en el estudio. «La mayoría de sus protagonistas son masculinos, algo que otros investigadores han reflejado ya: los dibujos animados violentos no suelen tener a mujeres como impulsoras o receptoras de la violencia».

Uno de los problemas a los que se enfrentó durante la investigación, reconoce Alejandra Benítez, fue el determinar con qué edades tenían correlación los contenidos, dado que separan grandes diferencias a los espectadores de cuatro años en comparación con los de doce. «No hay indicadores específicos que determinen la edad para la que está indicada cada serie, algo que debería cambiar, quizás a través de un código como el que se emplea en las películas.En el fondo, la mayoría de la sociedad identifica automáticamente los dibujos animados con los contenidos infantiles, y está demostrado que eso no siempre sucede. Los personajes animados no siempre son inofensivos para los espectadores más pequeños».

Llegados a este punto, ¿cuáles son las seis series infantiles en las que no se llegó a contabilizar ni un solo acto de violencia durante este estudio? Fueron ‘Dora la exploradora’, ‘Peppa Pig’, ‘Todo es Rosie’, ‘Dino Tren’, ‘Zoobabu’ y ‘Pequeño Reino de Ben y Holly’. Es decir, directamente relacionadas con espectadores más pequeños.

A su autora, especialmente interesada también por el terreno de la Psicología, le gustaría profundizar en esta línea de investigación, ampliándola en un futuro, más allá del análisis de contenidos, al comportamiento de sus pequeños receptores.