La Policía Local de Toledo ha hecho público el su perfil de Facebook el rescate de once menores de la parte superior de un edificio público abandonado. Allí se habían encaramado a una altura de ocho metros. La llamada de un ciudadano, alarmado por los ruidos, puso en alerta a los agentes, que se dirigieron al lugar y se alarmaron ante el peligro que estaban corriendo los jóvenes. Ahora se enfrentan cada uno a una multa de entre cien y seiscientos euros, pero los agentes han destacado que lo importante es que han estado en peligro y recomiendan diversión con cabeza.

En el mismo sentido se expresa el concejal de Seguridad Ciudadana, Juan José Pérez del Pino, quien pide «que busquen algo más fácil para divertirse, que no se pongan en peligro». Apunta el edil que cuando se cierran edificio «es por algo». Y «una chiquillería de este tipo puede acabar en una tragedia. Cuidado y mucha prudencia».

Un edificio muy peligroso. El concejal no ha querido dar el nombre del edificio público abandonado al que se encaramaron los menores, pero insiste una vez en que se trata de un espacio peligroso, y en que los jóvenes estuvieron «en un peligro serio, se podían haber quedado en el sitio».

Ahora los jóvenes se enfrentan también, como infractores, a una multa, aunque posiblemente la tengan que afrontar sus padres como responsables subsidiarios, dado que todos son menores.