«Toledo, ciudad más mimada por los restauradores del Prado»

ADM
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El bargueño Rafael Alonso comenzó a trabajar en el Prado en 1978. Por sus manos han pasado las mejores obras del Greco

TOLEDO ES LA PROVINCIA QUE MÁS HAN MIMADO SUS RESTAURADORES

Rafael Alonso (Bargas, 1946) comenzó a trabajar en los talleres del Museo del Prado en 1978. «Fue precisamente con un cuadro toledano, un Maíno, la Pentecostés desamortizada de los Carmelitas». A lo largo de todos estos años, este especialista en la obra del Greco ha sido testigo de las buenas relaciones entre el Museo del Prado y esta ciudad. «Toledo ha sido la ciudad más mimada por los restauradores del Prado, así como el resto de la provincia», añade, recordando las intervenciones históricas de Seisdedos sobre las obras del Greco y de Tristán procedentes de Illescas y Yepes. «El Museo siempre ha sido consciente de la importancia de sus obras, y por otra parte, instituciones como la Catedral o el Museo de Santa Cruz siempre han contado con el Prado, porque es una garantía».

Es consciente de la labor de quienes le precedieron. Destaca especialmente el trabajo de Jerónimo Seisdedos, «un restaurador que hizo un tratamiento ejemplar a la Inmaculada Oballe, dejándola en perfecto estado de conservación, con todas sus veladuras e impresionantes calidades intactas». En realidad, afirma, «solo por la labor que hizo durante la Guerra -cuando tuvo que revertir la acción de la humedad y los hongos sobre las pinturas trasladadas a la cámara del Banco de España- habría que estarle agradecido».

Poco después de llegar al Prado recuerda también la restauración de las pinturas de Orrente procedentes de la iglesia de los Carmelitas Descalzos, las cuales «se caían a trozos, completamente acuchilladas». Sin necesidad de abandonar esta orden, las pinturas de Pereda en las Carmelitas de San José. También, la importante labor de restauración que se realizó a comienzos de los años ochenta coincidiendo con la exposición El Toledo del Greco, cuyos comisarios fueron Alfonso Emilio Pérez Sánchez y José Manuel Pita Andrade. «No solamente se han restaurado los grecos; recuerdo también que se trabajó entonces en varios cuadros de Luis de Carvajal y Luis de Velasco procedentes de la Catedral».

Su memoria no solamente conserva los cuadros, sino también las exposiciones y quienes las han organizado, como Leticia Ruiz, jefa de Pintura Española del Renacimiento del Museo en la actualidad, o ese gran estudioso del siglo XVII que fue Alfonso Emilio Pérez Sánchez, una de cuyas investigaciones más recordadas estuvo dedicada a la pintura toledana de la primera mitad de esa centuria.