La Asociación de Hostelería de Toledo destaca que durante el primer fin de semana de restricciones al sector por el coronavirus “no ha habido ningún incidente y ha cumplido absolutamente todo el mundo con las medidas, tanto de no dejar pasar a nadie a partir de las doce, como desalojar a la una completamente los locales”; todo ello a la espera de que a lo largo de hoy lleguen más datos de Policía Local y Guardia Civil en la provincia. Pero lo cierto, destaca el presidente de los hosteleros, Tomás Palencia, es que al menos en Toledo el sector ha seguido la tónica habitual: “no ha habido ningún incidente y acatamos absolutamente todo lo que se nos impone”.

Palencia insiste en que los hosteleros cumplen con lo que les mandan, “porque al final lo que queremos es trabajar”. Pero creen que las nuevas medidas son muy duras e injustas y van a luchar para que, lo antes posible, dejen de ser un lastre y un peso.

Ya la pasada semana la Asociación explicó en rueda de prensa que estas nuevas medidas eran «injustas y populistas», criticó con dureza la decisión del Gobierno central del cierre de los locales de ocio nocturno, la limitación de horario para restaurantes y la prohibición de fumar en la calle si no se garantiza la distancia de seguridad. Además, pidió ayudas. Desde entonces, reconoce Palencia, el contacto con el Gobierno regional ha sido permanente. Hay un trato muy directo y todas las dudas que surgen se resuelven de forma muy directa con las responsables políticas.

Eso, de hecho, ha posibilitado que se negocien algunos alivios dentro de la norma nacional. Así, la Asociación ha conseguido que los bares especiales que tienen horario diurno y nocturno puedan abrir como cualquier otro establecimiento, hasta la una.

A partir de ahí, Palencia reconoce que aún es pronto para saber cómo puede evolucionar la situación en los próximos días. La norma, desde luego, es perjudicial para la hostelería, sector en el que se ha puesto el punto de mira. Su opinión es que “el problema no se radica cerrando el ocio nocturno, porque se va a otros sitios”. Tiene conocimiento de fiestas privadas en fincas privadas de pueblos, “y ahí están bastante menos controlados de lo que iban a estar en un bar”. Porque con la aplicación de la Junta se habría tenido controlado a todo el mundo.