César Bona: «No podemos educar como fuimos educados»

Lola Morán Fdez.
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César Bona García (Ainzón, Zaragoza, 1972), es licenciado en Filología Inglesa y Diplomado en Magisterio en Lengua Extranjera por la Universidad de Zaragoza. Este maestro y escritor ha compartido esta semana en Talavera su experiencia como docente

César Bona - Foto: José Lores

He leído que no le gusta que le definan como uno de los mejores profesores del mundo, a pesar de que fue finalista a los ‘Global Teacher Prize’, ¿qué cree que le distingue del resto?

Bueno, me gusta aclarar eso porque es un titular que puede llamar la atención pero no me gusta nada. Tengo la suerte de viajar mucho y cada día encuentro gente que está llevando a cabo experiencias extraordinarias, y no me refiero solo a nivel académico sino también a nivel social. Eso me da oportunidad de aprender de todas esas personas.

¿Qué me distingue del resto?, no considero que me distinga nada en especial, simplemente el haber estado en lugar y en un momento determinado y que eso me dé la opción de viajar y aprender y luego poder compartirlo. Igual que yo, muchas otras personas prestan atención a chicos y chicas, los invita a participar en la sociedad, a tener más en cuenta el medio ambiente, cuenta con su opinión... Hay mucha gente que lo está haciendo y eso es la gran noticia seguramente.

¿Empezó su carrera docente ya con una metodología innovadora?

No considero que sea innovador, estamos hablando casi podríamos decir en términos de simplicidad. Pensemos qué es lo realmente importante cuando hablamos de educación, a lo mejor una definición que podría ser lo más sencilla de educación es que son las herramientas que ha de tener una persona para relacionarse consigo misma, con las personas que la rodean y con el mundo donde vive.

En este sentido, estamos hablando de relaciones humanas, de conocerse un poco más a uno mismo y de conocer o de intentar respetar el mundo donde vive. Ahí hay cientos y cientos de experiencias que se hacían hace más de cuarenta años, otras que se siguen haciendo ahora también y que funcionarán dentro de otros cuarenta.

¿Cree que hay que volver en cierta manera a lo que había?

No, si pensamos cuál es el fin de la educación podremos preguntarnos, el martes lo pregunté en Talavera, para qué van los niños y las niñas a la escuela, y había unas cuantas respuestas: para aprender a convivir, para relacionarse, para aprender... y ahí estamos hablando de algo que es tremendamente básico. Vale, ¿y ahora cómo podemos conseguir el objetivo de que convivamos o de relacionarnos? y esto nos hace pensar que hace falta usar otros verbos, no solo el verbo examinar, que casualmente es el que más fuerza ha tomado en educación, sino que hay otros tremendamente básicos e importantes, como son aprender, que es algo inherente al ser humano; evaluar, y evaluar sí es importante porque lo hacemos en todos los momentos de nuestra vida también, cada día evaluamos cosas; reflexionar, que nos ayude a crecer como personas, conectar con otras personas o con uno mismo...

¿Cómo pueden los docentes conseguir todo esto, teniendo en cuenta que los exámenes y el resultado académico son lo que impera hoy?

Sabes qué ocurre, que a los docentes nos presiona muchísimo el currículo. No puedes imaginarte la cantidad de gente que hay que está deseando encontrar tiempo y espacios para que niños y niñas se conozcan, por ejemplo, para escucharlos mucho más de lo que lo hacemos. Qué ocurre, que tienes que acabar un temario sí o sí, y eso en principio cierra la puerta o las posibilidades a que conozcamos un poco más a los niños y niñas o a que ellos se conozcan.?

Y pensemos una cosa, cuando tú conoces a otra persona, en ese momento pierdes el miedo a lo desconocido y cambias los posibles prejuicios que podías tener por una convivencia pacífica. Ahí vamos una vez más a uno de los objetivos de la educación que es esa convivencia de la que hablamos.

Somos seres sociales, eso significa que la mayoría de acciones que realizamos en un día son interacción con otras personas. Muchos estamos deseando educar también en esa interacción pero es muy difícil cuando hay tanto contenido que dar y hay tanta  burocracia que rellenar, y en ocasiones no tenemos ni siquiera tiempo de conocernos entre nosotros.

¿Deberían cambiar los planes de estudio?  ¿cuál es el reto?

Deberían cambiar muchas cosas, debería cambiar la flexibilidad en las escuelas, en los institutos, porque es muy difícil, ponte en el lugar de un chaval, da igual la edad. Piensa que los primeros 45 minutos estás dando inglés, los siguientes 45 tienes que dar historia, los siguientes 45 tienes que dar matemáticas. De momento requiere un nivel de concentración y de cambiar el chip impresionante, y lo hemos hecho así siempre, pero no significa que sea lo mejor.

Los docentes estamos deseando que nos permitan tener más flexibilidad de grupos, de espacios, de tiempos, porque tenemos que asemejar la escuela o el instituto a la vida real. Hemos de pensar que hay muchos matices de la vida real que no entran en las escuelas pero por falta de tiempo.

¿Es precisa una mayor implicación política?

Siempre he pensado que cuando se toma cualquier decisión a nivel educativo normalmente lo tomamos desde un punto de vista adulto céntrico, y es importante recordar cómo piensa o cómo siente un niño, una niña, un adolescente. Pero además también es necesario, diría que urgente, que se escuche a docentes, a familias y sobre todo a los grandes protagonistas que normalmente son los grandes olvidados, que son niños, niñas y adolescentes. 

¿Deberían implicarse en el diseño del modelo educativo?

Si piensas en los adultos que tienes a tu alrededor, seguramente quieres gente que se implique, que participe, y eso no aparece un día de repente, eso se educa también. Es desde la infancia cuando podemos educar en la participación, pero para eso es necesario educar en la escucha y en el diálogo, y eso tenemos que educarnos nosotros también porque tienen cosas muy importantes que decir y no las vamos a saber nunca si no les damos la oportunidad de expresarlas.

¿Hoy en día en las aulas hay esta posibilidad?

Hay muchísimas escuelas donde esto se estimula y donde se hace, a pesar de lo extenso de los currículums. Hay otras en las que a lo mejor cuesta un poco más, pero es verdad que todos tenemos que trabajar juntos y la administración nos tiene que ayudar en esto. 

¿Hacen falta recursos para poder mejorar en este sentido?

Creo que sobre todo hace falta valorar los recursos humanos que ya se tienen. Hay miles de docentes extraordinarios que están deseando formarse y que tienen mucho para dar. Pero desde la sociedad también se tiene que valorar todo el trabajo que se está haciendo desde la docencia.

Hay una frase que dice ‘se educa a estos chicos y chicas para profesiones que todavía no existen’ y nuestra misión es mucho más importante que eso. El trabajo es parte de la vida, educamos seres íntegros y ayudamos a las familias a educar a sus hijos y a sus hijas, por eso se tiene que valorar.

¿Cómo valoran los padres todas estas propuestas?

Hay muchísimas AMPAS que mueven estos eventos de formación porque están deseando también un cambio necesario, y cuando hablo de cambio no significa arrasar con lo que había. 

Hay muchas familias que están deseando trabajar junto a los docentes en esa evolución y, como en todo, hay otras personas a las que les cuesta un poco más, pero hemos de entender que no podemos educar como nosotros fuimos educados, y no significa que fuéramos mal educados, significa que todo evoluciona y en esa evolución entra todo lo que se va conociendo sobre el ser humano, que tenemos que aplicarlo a la educación.

 El debate entre deberes sí o no sigue estando presente, ¿usted qué opina?

Tendemos a dicotomizar, parece que tenemos que decir sí o no, y depende de quién, y cómo, y cuándo y para qué. Yo soy también de los que han mandado deberes a lo mejor por  inercia y luego a lo mejor no te ha dado ni tiempo de corregirlos. Hay muchas cosas a tener en cuenta, una de las cosas que intentamos conseguir es que vengan con ganas al día siguiente. Entonces, que los deberes sirvan para reforzar está bien, pero también han de tener el modo de determinarlos con mesura. Si estás por la mañana trabajando y por la tarde llegas del trabajo a casa y no puedes disfrutar de la familia acabas con hastío. Tan importante como reforzar ciertos contenidos es mantener la curiosidad de los niños.

Según he leído, su truco es conseguir que todos sus alumnos se sientan importantes, ¿la clave está en la motivación?

Para cualquier cosa y para cualquier persona, niños o adultos. Si tú no estás motivado en tu trabajo e incluso si estás a disgusto, intentas cambiar de trabajo, aunque sea difícil. Chicos y chicas no tienen esa opción. Todos los seres humanos deseamos sentirnos escuchados, sentirnos útiles y sentirnos queridos, es una obviedad tremenda pero no por eso deja de ser necesario aplicarla.

Las nuevas tecnologías forman parte del día a día de los chavales, ¿son un aliado para la enseñanza?

Si miras a tu alrededor, verás gente con un teléfono en la mano. Si forma parte de la vida, obviamente tiene que estar en las escuelas, no hablo del teléfono, sino de la tecnología. Y como todo, tiene sus reglas. Igual que cuando te sientas en una mesa a cenar con amigos ya establecéis unas reglas, aunque no se hablen más o menos se saben, que hay que guardar el respeto a los demás y saber cuándo hay que usar el teléfono y cuándo no. Es muy importante, pero conviene también, dentro del poco tiempo que tenemos, educar en el uso responsable de la tecnología y en algo que no se suele hablar que es educar en el no uso de la tecnología, en saber desconectar para conectar con las personas que tienes alrededor.

¿Cómo ve los famosos grupos de whatsapp de padres de alumnos?

El whatsapp es una herramienta dentro de la tecnología, y tenemos que saber usar todas las herramientas con respeto y sacando su uso positivo. Es muy importante que lo tengamos en cuenta, porque al final la tecnología es como una prolongación de nuestro cuerpo, de nuestro corazón, de nuestra alma o de nuestro sistema de valores.

Hemos de pensar si cada cosa que escribes en un whatsapp es necesaria, es útil y si el fin de eso es positivo y sirve para construir.