Alerta del peligro de dos perros tras sufrir una agresión

M.G
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Un vecino de Santa Olalla interpone una denuncia en el Juzgado de Torrijos tras el incidente ocurrido la semana pasada, un brutal ataque de dos perros que mataron al suyo cuando lo paseaba. El agredido también presenta lesiones porque fue arrastrado

Alerta del peligro de dos perros tras sufrir una agresión

Eritema en la mano izquierda,  lesión en la rodilla y dolor lumbar. Se trata del parte médico de José Ignacio Moraleda poco después de recibir el ataque de dos perros a su paso por el número 3 de la calle Mirolalla, un chalé aparentemente en silencio del que salieron «como una flecha y rabiosos». Todo ocurrió muy rápido y la peor parte de la agresión se la llevó Nano, su westy, al que paseaba a diario. «Un perro grande, mestizo de pastor alemán, y otro algo más pequeño  se lanzaron al ataque, uno enganchó a  mi perro por el cuello y otro fue a por mí, aunque en un primer momento lo esquivé». Los perros continuaron ensañándose con su mascota y consiguieron tirarle  también a él al suelo y arrastrarle. Al final, logró tirar una piedra y ahuyentarlos, pero su perro murió poco después sin que pudieran curarlo en un centro veterinario en Torrijos.

José detalla el episodio, ocurrido el jueves pasado, para avisar a los vecinos de Santa Olalla, sobre todo, los que residen cerca del chalé del peligro que corren porque no es la primera vez que estos dos animales salen disparados y, al menos, uno de ellos tuvo que defenderse con un palo hace tiempo. A este incidente se suma que el dueño de los perros está ocupando ilegalmente esa finca y la verja de entrada normalmente está abierta a pesar de los posibles ataques de los perros, que en estos momentos permanecen «encerrados en el chalé a la espera del dictamen del juez».

El afectado puso en conocimiento los hechos a la Policía Local, que tomó fotografías de la zona y del rastro de sangre, y a la Guardia Civil. Además, interpuso una denuncia en el juzgado de Torrijos y está a la espera de una llamada para acudir a declarar. Las pruebas están ahí, un parte de lesiones del centro de salud y un informe veterinario que indica que el westy de José llegó «completamente destrozado» y sin latido «posiblemente por la hemorragia aguda» provocada por los mordiscos del tórax y del abdomen.

aviso. La familia de José informó de lo sucedido a los residentes de su urbanización para evitar que paseen cerca del chalé ocupado de la calle Mirolalla porque teme que pueda ocurrir los mismo o incluso algo peor. En este caso, José respira, a pesar de la pena de la pérdida de su mascota, porque solía sacar a su perro a pasear a diario junto a su nieta de cuatro años, pero ese día no estaba. No quiere pensar qué podía haber sucedido si llega a estar con él en ese momento, pero cree necesario que las autoridades actúen para evitar que la verja del chalé permanezca abierta, para que el dueño de los perros sea consciente de la situación, de los riesgos y de su responsabilidad aunque ocupe la vivienda ilegalmente, y se establezcan las medidas necesarias, sin descartar que la perrera pueda recoger a los perros.

José espera la llamada del juzgado, pero sea cual sea el dictamen tardará tiempo en superar lo ocurrido.