El estudio del arbolado de la ciudad realizado por iniciativa del Ayuntamiento de Talavera ha detectado un total de 101 ejemplares en mal estado que deberían reemplazarse «cuanto antes». Así lo trasladó a La Tribuna el director de este estudio y catedrático de Física de la Tierra de la Universidad de Castilla-La Mancha, Francisco J. Tapiador, quien señaló que si bien «no son muchísimos» -en concreto el 0,9% de los árboles censados-, sí que «van a dar trabajo» y será en cualquier caso decisión del departamento de Parques y Jardines lo que finalmente se haga con ellos.
Estos árboles en mal estado se han censado durante el inventariado del arbolado realizado desde finales de la primavera pasada hasta casi el invierno. En esos meses de trabajo, la empresa Forestek se encargó de evaluar uno a uno cada uno de los árboles y anotar sus coordenadas, la especie, su porte, y su estado. Tras esta fase, se acometió el trabajo de gabinete y el análisis de los datos, tarea en la que ha colaborado también el antiguo director del Real Jardín Botánico de Madrid.
Como señaló Tapiador, ha sido «un trabajo complejo y costoso», a partir del que se han creado mapas detallando dónde están los ejemplares enfermos, aquellos demasiado inclinados, o que presentan algún problema. En este sentido, explicó que no solo están cuantificados, sino también georreferenciados y se han proporcionado al Ayuntamiento «mapas de dónde están los 101 árboles que requieren una atención más urgente, y aportado fotos de cada uno».
Si bien no hay una aglomeración de arbolado en mal estado en una zona concreta de la ciudad, en algunos puntos, como en la avenida de Pío XII, hay una hilera completa de árboles en esta situación, al igual que sucede en la calle Carnicerías. En este último caso, Tapiador explicó que ya que la acera de los impares es demasiado estrecha, «podría dejarse solo para la acera más desahogada -que bastaría para generar sombra generosa-, mientras que en la más estrecha podría combinarse con especies más apropiadas para esas dimensiones de vía, como Pyrus calleryana ‘Chanticler’, Hibiscus syriacus con tallo largo y simple, o Ligustrum japonicum, que darían una nota de color».
Como indicó el director del estudio, que el mayor problema del arbolado son los riesgos que pueda suponer para las personas y las propiedades, puesto que «a nadie le gusta que se le caiga una rama encima de su coche». Sin embargo, se sumarían las molestias que causan a la ciudadanía, por lo que, además de los árboles dañados, para Tapiador sería aconsejable sustituir las especies que generen molestias a la población.
Plataneros. Entre esas especies ‘problemáticas’ estaría el plátano de sombra, que supone prácticamente la mitad del arbolado de la ciudad, como confirma este estudio, con 3.948 ejemplares. Esta especie «genera irritaciones en ojos, garganta y oídos», aunque las alergias no se producen solo por el arbolado de la ciudad, sino también por los olivos, y otras especies, de alrededor, como recordó el director del estudio. Sin embargo, en el caso del platanero, a estas molestias asociadas a los frutos de los plátanos, se suma el consumo de agua y los costes de mantenimiento de esta especie, que son «elevados».
En la presentación del estudio, el concejal de Medio Ambiente, Sergio de la Llave, ya se refirió a la problemática que acarrea el plátano de sombra, avanzando la intención de ir reemplazando de manera progresiva aquellas especies que causan problemas. Sobre esta cuestión, el director del estudio indicó que si el Ayuntamiento apuesta por esta medida, «se realice de manera progresiva para que los ciudadanos casi no se den cuenta». Puso como ejemplo la intervención en este sentido que se llevó a cabo en el Botánico de Madrid, señalando que las tareas «pasaron casi desapercibidas». Si se actúa de esta manera, «se conserva la cobertura vegetal mientras se va mejorando el conjunto, además de no molestar a los talaveranos».
En cuanto a las especies sugeridas para sustituir al arbolado que se retire, entre ellas destaca el almez, «un árbol precioso», al igual que los magnolios, «que aunque no sean autóctonos son fragantes, grandes y majestuosos, y ayudan a dignificar cualquier espacio».
A estas especies se unirían otras como variedades de fresno, de olmos o de arces que se considera que serían «muy adecuados para depende qué espacios». Además, el estudio plantea aplicar «pequeñas operaciones de diseño urbano con algunas especies puntuales que llamen la atención sobre aspectos culturales concretos de la historia de Talavera».