Inserta Empleo impulsó 570 contratos entre discapacitados

Á. de la Paz
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La Fundación ONCE lanza la campaña 'IDEM, objetos iguales que nos hacen iguales' en el parque comercial La Abadía

Inserta Empleo impulsó 570 contratos entre discapacitados - Foto: Yolanda Lancha

Un total de 570 castellano-manchegos con discapacidad encontraron trabajo durante el año pasado gracias al programa Inserta Empleo que respalda la Fundación ONCE. La portavoz regional de la entidad, Ana Jimeno, cifró en unas 15.000 las personas con discapacidad inscritas en sus registros y confirmó que en 2018 algo más de un millar de ellas recibieron cursos de formación y orientación para su inclusión en el mercado laboral. El servicio de intermediación entre empresas y potenciales beneficiarios que ofrece Inserta Empleo favoreció una notable actividad reclutadora por parte del sector privado en la comunidad autónoma.

Jimeno valoró positivamente la actitud del empresariado regional respecto a la inclusión en sus plantillas de personas con discapacidad. La intención de Inserta Empleo es ampliar la red de compañías que apuestan por tener en sus plantillas a estos trabajadores. Desde la institución organizan encuentros «entre empresas que ya han contratado para que le cuenten a otros empresarios su experiencia», explicó la portavoz. «La empresa que se anima a contratar por el talento y la capacidad de los trabajadores con discapacidad, repite. Y ese es el mejor indicador: que nos vuelvan a llamar a Inserta».

El tipo de personal que se suele requerir abarca «desde operarios a oficios de mayor cualificación académica», indicó Jimeno. La portavoz de la entidad también aludió a los puestos en labores de limpieza y administrativos.

Inserta Empleo ha creado la campaña ‘IDEM, objetos iguales que nos hacen iguales’, una iniciativa que celebró su primera jornada en el parque comercial La Abadía, de Toledo. Su objetivo es «sensibilizar tanto a las empresas como al conjunto de la sociedad» y enseñar los resultados de un experimento realizado entre personas con y sin discapacidad. Esta idea, «muy simbólica», permitirá a los participantes, clientes y transeúntes de la zona de tiendas, «ver cómo las personas con o sin discapacidad trabajamos de igual manera y el resultado es el mismo». Los productos seleccionados son manoplas y pendientes elaborados de forma tradicional. Resulta imposible determinar quién ha hecho cada uno de ellos. «Tenemos que hacer llegar este experimento que demuestra la capacidad y el talento de las personas con discapacidad».

«Contratar a una persona con discapacidad es rentable porque va a rendir igual, obtendrá el mismo resultado en el entorno laboral y le va a costar mucho menos a la empresa», aseguró Jimeno. La Fundación ONCE ha decidido trasladar esta premisa a un experimento que demuestra cómo el hipotético cliente final de unas manoplas o unos pendientes no diferencia entre dos creadores, uno sin discapacidad y otro con ella. «Y así lo tiene que ver la empresa, que es quien crea el puesto de trabajo».