Mujeres que defienden, mujeres que transforman

I.G.Villota
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Las activistas Aleida Quintana, Claudia Pai y Maricel Sandoval cuentan la persecución y violencia sufrida en México y Colombia por luchar por los derechos de las mujeres violentadas. Alertan de la alta impunidad

Mujeres que defienden, mujeres que transforman - Foto: David Pérez

Cuando aún resuenan los ecos del movimiento feminista español, que volvió a salir a las calles de manera masiva el 8 de marzo, la Biblioteca de Castilla-La Mancha acogió ayer un acto para mostrar la realidad que sufren las mujeres en algunos países latinoamericanos, donde son perseguidas y violentadas con una fuerte impunidad.  Fueron tres reconocidas activistas, actualmente protegidas en España, las que pusieron voz a estas historias, desde el prisma de la fortaleza de quienes no renuncian a la lucha por los derechos humanos de todas. Aleida Quintana (México), Claudia Pai y Maricel Sandoval  (Colombia) ofrecieron una conferencia en la que evidenciaron la desigualdad desde el prisma más violento y desolador, el de la trata de personas y el de los feminicidios, los asesinatos de mujeres a manos de hombres por machismo o misoginia. Tres mujeres defensoras que, con su labor valiente, transforman sociedades.

Aleida Quintana huyó a España  tras años de persecución y agresiones en México, en el estado de Querétaro. Su labor arranca a finales de 2012 con la elaboración de una base de datos de personas desaparecidas con fines de explotación sexual, mendicidad, trabajos forzados, matrimonios forzados y víctimas de feminicidios, además de acompañar a los familiares de éstas en la búsqueda de justicia. «Se las estaban llevando y entendimos por qué no las querían buscar». Localizó a personas con vida y documentó agresiones a derechos humanos cometidas por servidores públicos. Entonces arrancaron las amenazas, en persona, por teléfono y por todas las vías posibles, la vigilancia, las intimidaciones, que derivaron en agresiones físicas. «Me agredieron físicamente en tres ocasiones», relata.

En 2015 le asignaron el acompañamiento de escoltas pero «no cesaron las agresiones». Huyó del estado de Querétaro en julio de 2017  y meses después la localizaron. Ahí sufrió la última agresión y fue acogida por el programa de protección de personas defensoras de derechos humanos de Amnistía Internacional en España.

«Salir del país bajo una situación de riesgo es complicado. Como defensora te han sometido durante años a muchas violencias y la más fuerte es la emocional. Vienes con desgaste físico y emocional dejando todo en un país con códigos diferentes a los tuyos y tienes que adaptarse a una nueva manera de vivir», explica.

Quintana destaca que en México hay un movimiento feminista «muy fuerte» con pioneras como Marcela Lagarde, la antropóloga que acuñó el término feminicidio, pero que sufre la extrema violencia. «Casi 400 mujeres son asesinadas a diario en el mundo. Hay una violencia feminicida global», evidenció.

Reivindica que estas defensoras de derechos en su país «siguen luchando» pese a las agresiones, 18 diarias. «Se vive bajo temor pero con mucha fuerza y resistencia. Ellas son un ejemplo de vida porque en mi país se asesina a nueve mujeres cada día y pese a eso hay mujeres que salen cada día a la calle a exigir derechos y a acompañar a otras. Sabiendo el riesgo, lo corren. Luchan en un contexto sumamente hostil», recalca.

Incide en el problema de la «invisibilización» de la trata de personas. «Actualmente se sigue hablando de desmantelar una red de prostitución pero no se explica que hay muchas mujeres explotadas en España y muchas españolas siendo explotadas en México», denunció. «Lo que no se nombra, no existe».