El Gobierno de Castilla-La Mancha trabaja para garantizar agua de calidad y en cantidad para todos los ciudadanos de la región, también para aquellos que se encuentran en el medio rural, a fin de proporcionar el desarrollo rural en el territorio. Un compromiso adquirido que tendrá su mayor impulso con la Ley de Aguas de Castilla-La Mancha, que en estos momentos se encuentra en exposición pública, en la que se espera contar con todos los actores implicados. En la nueva normativa, además del suministro de agua potable se garantizará también su depuración, con un plan específico que va a permitir invertir alrededor de 600 millones de euros, una cifra «imprescindible para el desarrollo futuro de Castilla-La Mancha».

El presidente del Ejecutivo regional, Emiliano García-Page, acompañado por el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, ha visitado este lunes las obras de ampliación de la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) de la Campana de Oropesa-Cuatro Villas, localizada en el cerro El Golín, muy próximo al embalse de Navalcán (Toledo). Un ejemplo de esta prioridad que se le da desde el Ejecutivo para mejorar la vida en los pueblos en materia hídrica, según ha informado la Junta en nota de prensa.

Se trata de unas obras de ampliación que permiten que el agua potable llegue a los cerca de 12.000 vecinos de 14 pueblos de la comarca, en concreto Alcolea de Tajo y su pedanía de El Bercial, Caleruela, Calzada de Oropesa, Puente del Arzobispo, Herreruela de Oropesa, Lagartera, Las Ventas de San Julián, Navalcán, Oropesa y su pedanía de Corchuela, Parrillas, Torralba de Oropesa, Torrico y Valdeverdeja.

Con una inversión de 2,4 millones de euros se ha logrado aumentar la capacidad de tratamiento de la ETAP desde los 100 a los 150 litros por segundo, solventando así las dificultades en la época estival debido al incremento de la población en esta comarca, que llega a alcanzar los 25.000 habitantes.