El CD Illescas vio cortada su racha de cuatro jornadas sin conocer la derrota, al caer ante un Azuqueca que le adelantó de cara al comienzo de la segunda fase en la que deberá lucha por la permanencia. Los hombres de Javier Meléndez dispusieron de sus mejores opciones en el epílogo del primer acto, pero no se sintieron a gusto en ningún momento.
No fueron los primeros minutos la mejor bienvenida al público del Municipal de Illescas, de por sí un terreno de juego que requiere un tipo de planteamiento según las condiciones meteorológicas. Así, el viento, el hecho de ser un punto y seguido en la temporada, entre rivales directos, y el jugarse a medio camino entre una competición y otra chocaron frontalmente con la oportunidad de disfrutar con las acciones de juego. En un momento dulce, los anfitriones buscaron ser protagonistas, aunque no se encontraron, mientras que el Azuqueca se atrevió poco a poco y dio la sensación que le faltó creer un poco más. Macho, en un centro envenenado, estrelló en el palo un balón que llevaba tan poca intención como lo propuesto por todos los futbolistas sobre el campo.
A pesar de la escasa productividad y calidad, la primera mitad dejó polémica y acciones en las dos áreas. El visitante Diego Abad vio cómo pasados los veinte minutos le anulaban un gol por fuera de juego que ninguno de sus compañeros protestó en exceso. Pareció necesitar un susto para reaccionar un Illescas que si bien no mejoró exponencialmente su propuesta, sí encontró el camino a la portería de un inspiradísimo Miguel Ángel. El guardameta visitante, inédito en la primera media hora, pasó a ser protagonista con dos intervenciones colosales. En la primera, le negó el premio en boca de gol, ya en el área pequeña, a un Fernando Harta que se confió. Minutos más tarde fue Pablo Jiménez el que, tras una acción entre Siño, Facu y Mario sufría la inspiración del portero, en un claro chut a bocajarro. La tercera de las opciones locales la desarmaría el colegiado, al anular un tanto de cabeza de Diop por fuera de juego.
Intentó el Illescas ir al frente tras su paso por vestuarios. El conjunto blanco quiso mandar, realizó posesiones largas y buscó unos espacios para los que nunca tuvo la claridad suficiente. Por su parte, el Azuqueca, que había intuido el camino correcto en el primer acto, hizo de la velocidad y la explosividad sus grandes virtudes. Migallón avisó después de que el balón se pasease de banda a banda por el área local sin encontrar rematador. El extremo incluso fue capaz de conducir dando toques, ante la pasividad de la defensa. Hacía aguas el Illescas a la hora defender el flanco izquierdo de su rival, y en busca de asegurar la posición en la tabla reforzó la medular y cambió el 4-4-2 por un más rocoso 4-1-4-1.
Lejos de funcionarle, le caería un golpe duro y decisivo, incluso de cara al futuro a corto plazo. Diego Abad aprovechaba una segunda jugada en una acción a balón parado para rematar con acierto y sellar un gol que hacía justicia a la superioridad de su equipo. Se jugó poco o nada de ahí al final de un duelo que le cambia ligeramente la apariencia a la lucha por la permanencia.