Día gris, apagado y con mucho frío este domingo, en la ciudad de Toledo que ha celebrado su patrón, San Ildefonso. Una festividad que desde primera hora de la mañana con el gran acto con el 'gran acto', la  inauguración de la escultura que el artista Rafael Canogar ha donado a la ciudad para recordar a todos los fallecidos por la Covid-19. Una pieza-homenaje que expresa «dolor y esperanza», como explicó la alcaldesa, Milagros Tolón, y que se servirá de « recuerdo a aquellos toledanos y toledanas que han fallecido a consecuencia de la pandemia», y que perdurarán en la memoria de la ciudad.

«Es un día para el recuerdo después de dos años difíciles en los que la ciudad ha sufrido la pandemia con ciudadanos que ya no nos acompañan», señaló Tolón. Y añadió que en este Día de la Ciudad  «estamos aquí porque la solidaridad y la fuerza de todos los toledanos nos une y nos anima a seguir viviendo. Todo nuestro recuerdo, toda nuestra fuerza y todo nuestro apoyo a las familias de estas personas que han muerto durante este tiempo tan complicado y tan difícil».

Una cita en la que también estuvieron al completo la corporación municipal, y los concejales de todos los grupos políticos (PSOE, PP, Cs, Vox y no adscritos) salvo Unidas-Podemos. Los responsables de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas y de la Real Fundación Toledo, Jesús Carrobles y Eduardo Sánchez Butragueño, retambién acudieron al acto.

La alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, en la inauguración de la escultura en memoria de las víctimas de la covid-19.Carrobles aseguró que con la instalación  de esta escultura Toledo salda la «deuda que la ciudad tenía con uno de nuestros mejores artistas y no sólo contemporáneo.Canogar es una de las principales figuras del arte contemporáneo español. Sin embargo, es curioso que, como toledano, no tenía todavia una bueana representación en la ciudad», aseguró Carrobles, que añadió que la inaguración de esta escultura tiene el «valor doble de recuperar ciertos proyectos como el Museo de Escultura al Aire Libre, que tantos años lleva trabajado la ciudad de Toledo». «Es, sin duda, una nueva oportunidad de enganchar Toledo al mundo contemporáneo. Toledo es una de las grandes ciudades patrimoniales, cuenta con los mejores monumentos del mundo, pero también necesita tener una versión de lo que es nuestra sociedad, para dejar testigo de lo que somos a los que vendrán», afirmó el presidente de la Real Academia .

«Contento de tener un espacio tan bello».

La escultura de Canogar está situada en el Paseo de Recaredo, frente a la Puerta del Cambrón, una de las entradas al Casco Histórico de Toledo y, además, permitirá que la pieza sea contemplada por los flujos de turistas que se desplazan a disfrutar las maravillas de San Juan de los Reyes y la Judería.  En ella se ha instalado una placa en la que se lee 'La ciudad de Toledo a las víctimas del covid-19'. Una ubicación totalmente acertada para el artista. «Muy contento de tener esa escultura 'Yacente' en un espacio tan bello» declaraba Canogar a La Tribuna.

«Vista la escultura desde el interior de la ciudad, enmarcada por la Puerta del Cambrón, claramente muestra la dimensión de la pieza con el espacio», añadía.

Canogar, hijo predilecto de Toledo, no pudo estar presente en el acto inaugural. «He sentido no estar presente, pero tengo que cuidarme porque tengo muchos años y todavía mucho por hacer. Los que no hemos caído por la maldita pandemia tenemos que trabajar, dar continuidad a nuestras muchas labores, como forma de enfrentarnos al Covid-19, y el mío, mi labor, es pintar, crear esculturas, etc., con la esperanza de que algún día ver ese Espacio Rafael Canogar hecho realidad», declaraba.

«Silencio y armonía» eran dos de los requisitos de Canogar para plantar su obra. Una obra escultórica con unas dimensiones de tres por tres metros, y una altura que alcanza los cuatro metros si se tiene en cuenta la peana sobre la que se sustenta. La escultura está realizada en acero cortén y tiene un peso de dos toneladas y media.