El Tajo pide plan de movilidad ante la apertura del hospital

Á. de la Paz
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Crece la preocupación por la llegada masiva de coches. Como medidas definitivas (irrealizables ahora) se apuntan al puente con Azucaica y el cierre de la circunvalación entre Las Nieves y el cruce con Villasequilla

El Tajo pide plan de movilidad ante la apertura del hospital - Foto: Yolanda Lancha

La asociación de vecinos El Tajo reclama al Ayuntamiento que agilice la presentación del plan de movilidad para el barrio del Polígono ante la próxima apertura del nuevo hospital universitario de Toledo. La demanda de inmediatez de los residentes en Santa María de Benquerencia se explica por el temor de que los problemas de circulación ya existentes se multipliquen cuando el centro médico abra sus puertas. El inicio definitivo de la actividad sanitaria llevará hasta la parte residencial del barrio más poblado de la ciudad a miles de personas más, sumando a los trabajadores con los pacientes y sus acompañantes. La entrada masiva de vehículos saturará aún más las principales arterias de la zona, incluída la N-400, el vial que la comunica con el centro histórico de la capital regional.

Los vecinos aluden a las cinco variables que determinan el uso del espacio que hace el tráfico rodado del Polígono. Las dimensiones «industrial, tecnológica, residencial, comercial y ahora sanitaria», según enumera Victoriano Villén, portavoz del Grupo de Obras y Medio Ambiente de la asociación, explican la difícil situación actual y anticipan el caos que viene. El Tajo considera que la zona escogida para la instalación del hospital, seleccionada hace casi dos décadas, no es la más óptima dentro del territorio del barrio «por su acceso inadecuado». Conforme avanzan las obras y la apertura del complejo se acerca, aumenta la necesidad de respuesta. «Nadie toma medidas de cómo se va a entrar o salir», dice Villén.

El portavoz de la asociación señala «la ratonera» en que se convierte tanto la entrada como la salida del barrio en hora punta. Sobre las 8.00 y las 9.00 horas de la mañana, la concurrencia de automóviles origina importantes atascos. Las dos carriles por sentido quedan colapsados y los vehículos avanzan lentamente. Una de las propuestas del Tajo es sumar un tercer carril para aligerar la carga de tráfico en ese momento de cada día.

Más allá de esta propuesta, Villén desgrana las dos grandes infraestructuras que según el diagnóstico de los vecinos podrían solucionar definitivamente el problema. El Tajo cita como primera de ellas la instalación de un puente que comunique el barrio con Azucaica y que derive parte del tráfico de entrada y salida hacia el norte de Toledo, al nudo donde confluyen «la AP-41 con la A-42» y algunas de las rondas más importantes de la ciudad.

La segunda gran obra pendiente es la finalización de la circunvalación de Toledo, cubriendo el tramo que habría de ir desde la cuesta de las Nieves hasta el cruce con la carretera de Villasequilla, «un proyecto que se quedó parado pese a haberse realizado un estudio que incluía el tramo que va de la cuesta de las Nieves hasta las proximidades del nuevo hospital», recuerda Villén. En El Tajo son conscientes de la imposibilidad de que ambas actuaciones se acometan en el corto plazo, aunque no se resignan a mantener las dificultades propias de un barrio de alrededor de 26.000 habitantes, una notable actividad económica y un sólo camino de entrada y salida hacia Toledo.

MEDIDAS PALIATIVAS. La asociación vecinal propone, usando la jerga sanitaria, seis medidas paliativas para mejorar la circulación en la zona. Los propulsores de estas ideas asumen el carácter incompleto de las mismas, pero las ofrecen como parches para solventar la mala situación vigente y frente al empeoramiento que auguran próximo.

La primera de sus aportaciones trata de evitar los previsible problemas para encontrar aparcamiento gratuito en el entorno del hospital. La solución pasa por crear dos rotondas de acceso al mismo a través de Vía Tarpeya, lo que permitiría que la misma se utilizara fácilmente para el estacionamiento. La segunda idea es la ya mencionada del tercer carril en la N-400: la propuesta pasa por alargar la calle Río Jarama, que hoy muere en una peligrosa incorporación al vial y convertirla en un tercer carril. Otra vieja petición es que para entrar en el centro comercial no haga falta acceder al interior del Polígono, facilitando que desde la N-400 se pueda acceder directamente a la rotonda inferior, junto a la gasolinera Eroski.  Algo similar se podría hacer uniendo la carretera de Las Nieves con la rotonda exterior de Luz del Tajo. Una última medida afecta a este cruce: la idea de los vecinos es favorecer la circulación en la incorporación a la N-400, quitando el ceda el paso desde la bajada de Las Nieves, dejando un único carril para que el segundo sea de incorporación.

«Nos quedamos incomunicados, por dónde van a entrar las ambulancias cuando las principales vías del barrio estén atascadas», explican desde la asociación. La llegada del hospital requiere de nuevas medidas.