Vaquero se marca el reto de abrir las Cortes a la participación ciudadana

S. GALA
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El recién elegido presidente del Parlamento de Castilla-La Mancha abogó en su primer discurso por volver a acercar la política y los políticos a los ciudadanos y que sean estos los que también presenten iniciativas en las Cortes

Una votación sin sorpresas y gracias al apoyo de los dos nuevos diputados de Podemos daba ayer la mayoría absoluta necesaria al Partido Socialista para proclamar a Jesús Fernández Vaquero como nuevo presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha. Pasadas las once y media de la mañana, Vaquero y el resto de miembros de la Mesa de las Cortes tomaban posesión de sus puestos y, después de jurar y prometer los cargos los 33 diputados de la cámara, a eso del mediodía el flamante recién elegido presidente del Parlamento de Castilla-La Mancha pronunciaba su primer discurso.

Un discurso cuyas primeras palabras, «con humildad y respeto», fueron de bienvenida para todos los diputados y diputadas y para saludar la incorporación de un nuevo Grupo parlamentario a las Cortes.Acto seguido, dio por comenzada la IXlegislatura de las Cortes de Castilla-La Mancha, después de que el pasado 24 de mayo los castellano-manchegos «expresaron con ilusión y responsabilidad su compromiso con Castilla-La Mancha para seguir construyendo su propio futuro». Y puesto que la ciudadanía ha cumplido con su obligación, «ahora nos toca a nosotros trabajar para no defraudar sus expectativas y corresponder a la confianza que han depositado en sus representantes», afirmó animando a las bancadas.

Por tanto, para Vaquero, la responsabilidad de los diputados y diputadas regionales es responder a los anhelos de los ciudadanos «con esfuerzo y trabajo, con entendimiento, con consensos amplios, con debate, con diálogo, con mucho diálogo», y aseguró que pondrá todo su empeño en lograr este objetivo.

Como representantes legítimos de los ciudadanos de esta tierra, continuó, tienen la obligación «política y moral» de impulsar políticas públicas de creación de riqueza y su redistribución «para atender preferentemente las situaciones de necesidad de las personas y sectores más desfavorecidos». En este sentido, el presidente de las Cortes hizo especial hincapié en que «una región no es ni debe ser un organismo gerenciado donde se contemple sólo la cuenta de resultados sin analizar las consecuencias de algunas decisiones». Así, se mostró contrario a convertir esta comunidad en «un lugar donde primen las frías estadísticas en vez de las personas, o donde seamos más sensibles con las cifras que con los ciudadanos».

preguntas con respuesta. En este punto, Vaquero invitó a los castellano-manchegos a preguntarse «¿qué región queremos ser?» y animó al Parlamento a aprovechar la oportunidad de «dar un giro y cambiar la realidad que sigue siendo muy difícil para muchos de nuestros conciudadanos». «Estoy convencido de que nos respetamos como región si respetamos a los ciudadanos, hayan votado lo que hayan votado», recalcó.

Vaquero confesó que cree en una región unida y confía en sus posibilidades, a pesar de que no será fácil porque «no tenemos todos los remedios para todos los males». Aún así, indicó que es tiempo de «escuchar, dialogar, pactar, ser moderado y cercano».

Y precisamente la cercanía será una de las claves y metas en esta legislatura, ya que el presidente de las Cortes consideró que una de las causas que han contribuido a apartar al ciudadano de la política ha sido «la lejanía con que a veces se han abordado sus problemas o quejas». Apuntó que los políticos no han de acercarse sólo una vez cada cuatro años, sino hacer «que el Parlamento esté donde está la gente». Pero fue incluso más allá, lanzando una serie de preguntas para las que dio una respuesta afirmativa: «¿Es posible que cuando aprobemos una resolución instando al Ejecutivo a una acción concreta pueda establecerse un seguimiento para conocer su grado de cumplimiento? ¿Es posible la presencia en el Parlamento de los proponentes de una determinada Iniciativa Legislativa Popular? ¿Es posible que los ciudadanos puedan hacer mociones o proposiciones para que el Parlamento se pronuncie sobre asuntos de especial interés?». «Sí». Por ello, se comprometió a «impulsar aquellas reformas reglamentarias que sean necesarias para que la cercanía a la política no sea considerada como una declaración de buenas intenciones sino como un compromiso para reforzar el vínculo necesario entre la política y los políticos con los ciudadanos, a quienes servimos y a los que nos debemos».