Se busca nuevo nombre para el colegio Jaime de Foxá, preferentemente mujer y del barrio, del Polígono. El Claustro de Profesores y el Consejo Escolar han decidido (con el visto bueno de Educación) cumplir con la Ley de Memoria Histórica y quitar al primer colegio del barrio el nombre del que fuera Gobernador Civil de la dictadura de Franco, y eso está creando algunas polémicas en el Polígono. Algunos nostálgicos piden que se conserve el nombre del lugar donde estudiaron, otros ven innecesario entrar en estos debates un año como este.

El caso es que tanto profesores como Consejo Escolar, con el visto bueno del Ampa, han decidido que se cumpla con la ley y se está buscando nueva denominación al centro. Esto no quiere decir, apunta la portavoz de los padres, Sonia Méndez, que se estén descuidando otras reivindicaciones, como la renovación de los servicios del colegio; de hecho, saben en la Junta que este colegio y estos padres son muy reivindicativos. Piden también ayuda a quienes se sientan indignados por el cambio de nombre, «que ayuden también a conseguir mejoras». Tampoco se está descuidando con estas cosas la educación de los niños, porque las muchas reuniones de trabajo donde se tratan diversos temas son por la tarde, fuera del horario escolar. Se puede hacer todo ello y además cumplir con la ley.

La idea es buscar un nombre entre todos, apunta Méndez, y si hay acuerdo ponérselo al centro. De no ser así, tampoco pasaría nada. Se ha mandado a los niños un trabajo de investigación, para buscar un posible nombre, mejor mujer y mejor del Polígono o de Toledo. También se quiere hablar con la Asociación de Vecinos y otras entidades del barrio.

Críticas. Ha sido el exconcejal del PP Iñaki Jiménez, exalumno del centro, quien ha lanzado una crítica en las redes sociales. No busca confrontación, apunta, pero le ha parecido que en un año como este, mejor sería trabajar en otras cuestiones. Además, también pide que haya siempre consenso en estas decisiones. El caso es que su comentario jocoso (propuso que se llamara al centro Pipi Calzaslargas o Loles León) ha terminado siendo la yesca que ha encendido la polémica. Hay mucha gente de izquierda y de la Asociación de Vecinos, apunta, que han estudiado en el colegio «que no quieren que se cambie el nombre».