Tras una tarde en Toledo, sus majestades los Reyes Magos han comenzado su trabajo esta noche con el estruendo de los fuegos artificiales. Aunque la pirotecnia del 5 de enero ha sido una constante en los últimos años, en estas Navidades se ha convertido en un gran colofón de las fiestas navideñas. Se ha desarrollado, desde las ocho y cuarto de la noche, desde el Alcázar de la ciudad. Se han tirado 60 kilos de pólvora.
Antes, por la tarde, Toledo recibía a Melchor, Gaspar y Baltasar con bombas reales, a la costumbre del Corpus.
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Además, en esta ocasión, como novedad, el Ayuntamiento organizó la bienvenida del nuevo año con fuegos artificales en los barrios de Casco, Polígono, Valparaíso y Azucaica, en sendos espectáculos que comenzaron a las doce y cinco de la madrugada, para terminar poco antes del toque de queda.