El patio porticado del Palacio de Pedro I habrá visto casi de todo a lo largo de tantos siglos de historia, pero quizá jamás se imaginaba que junto a sus arcos se iban a estacionar trece nuevas ambulancias. Son las que ha adquirido recientemente Ambulancias Finisterre, del Grupo San Román, que es quien asume el transporte sanitario en la provincia de Toledo. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, fue esta mañana a la localidad torrijeña para conocer de primera mano los nuevos vehículos que están a disposición de las necesidades del Sescam.

El empresario José María San Román contó que son once ambulancias de traslado y dos de soporte vital básico. Se suman a veinte nuevas que se pusieron en las carreteras en marzo, que eran once de traslados, siete colectivas y dos de soporte básico. Anunció que tienen previsto hacer nuevas adquisiciones en lo que queda de año, de forma que terminará 2021 con el 26% de la flota renovada.

Además San Román aprovechó para acordarse de las proezas que hicieron sus trabajadores en los días de Filomena, cuando recordó que «no hubo ningún paciente que se quedara sin su tratamiento». Contó que llegar a Lillo era imposible y había dos pacientes que tenían que ir a diálisis. Se llegó a gestionar un helicóptero, pero eran dos personas mayores a las que les daba miedo subirse, así que al final el técnico de Lillo los consiguió sacar del pueblo y llegaron a diálisis, aunque tarde. También contó el caso de otro trabajador que se quedó bloqueado entre Mora y Los Yébenes. Cuando fueron a rescatarlo, dijo que no abandonaba la ambulancia y se quedó dentro hasta que pudo volver a salir.