Cuatro años para cambiar un figrorífico

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Una empresa de Toledo tarda casi cuatro años en retirar un frigorífico defectuoso de la vivienda de una cliente. Facua reclamó a la empresa que se llevara el aparato y devolviera a la afectada los 499 euros que pagó

Cuatro años para cambiar un figrorífico - Foto: Miguel Ángel Valdivielso Fotógrafo de Diario d

Casi 1.460 días después. Tras la acción de Facua Castilla-La Mancha, y con casi cuatro años de retraso, una empresa de electrodomésticos asentada en Toledo capital ha retirado de la vivienda de una cliente un frigorífico que estaba defectuoso y le ha devuelto los 499 euros que pagó por él.

Teresa compró en octubre de 2015 un frigorífico a Worten que se encontraba en ese momento de oferta. Apenas un mes después de su adquisición, la usuaria comprobó que el aparato no funcionaba correctamente, en concreto, no se podían pulsar dos botones relacionados con la regulación de la temperatura, y procedió a ponerlo en conocimiento del fabricante.

La empresa, sin embargo, se negó a atender al problema y achacó el problema a que la instalación solar de la vivienda de Teresa había provocado el fallo en el producto. En junio de 2016, tras más de dos años de comunicaciones infructuosas con el fabricante, la usuaria se puso en contacto con Worten para solicitar la reparación del frigorífico, que también se negó a darle una solución utilizando la misma excusa de la instalación solar.

Así, tras casi tres años sin conseguir resolver el problema, Teresa decidió acudir a Facua Castilla-La Mancha para que le ayudara a tramitar una reclamación contra Worten por negarse a recoger el frigorífico defectuoso y devolverle el dinero.

El equipo jurídico de la asociación se dirigió a la empresa recordándole que, de acuerdo al artículo 114 del Real Decreto 1/2007, de 16 de noviembre, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, «el vendedor está obligado a entregar al consumidor y usuario productos conformes con el contrato, respondiendo frente a él de cualquier falta de conformidad que exista en el momento de la entrega del producto», mientras que el artículo 118 recoge que «el consumidor y usuario tiene derecho a la reparación del producto, a su sustitución, a la rebaja del precio o a la resolución del contrato».

Worten, en su respuesta a Facua Castilla-La Mancha, se negó a atender la reclamación de la asociación y volvió a incidir en que la culpa era de la instalación solar de la vivienda de Teresa, que «no aporta ni una tensión ni una frecuencia regular, lo que ocasiona problemas con los aparatos». Además, también afirmaba que el plazo de garantía de dos años había prescrito al haber comprado el frigorífico en 2015, pese a que la usuaria había estado reclamando desde un mes posterior a la adquisición.

La asociación, por tanto, se dirigió al Servicio de Salud Pública y Consumo de la Dirección Provincial de la Consejería de Salud en Toledo para solicitarle que abriera un expediente sancionador contra Worten por negarse a cumplir con lo dispuesto en la normativa y le obligara a recoger el frigorífico defectuoso y devolver a Teresa los 499 euros del precio.

Finalmente, tras la acción de Facua Castilla-La Mancha, Worten procedió a atender la reclamación de la asociación, retiró el frigorífico defectuoso del domicilio de Teresa y le reembolsó el precio.