Patrimonio a oscuras como «gesto visual» de concienciación

C.M
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Eva Jiménez anunció que el Ayuntamiento se une a la iniciativa global apagando, el sábado de 20,30 a 21,30 horas, la iluminación artística de algunos monumentos

Patrimonio a oscuras como «gesto visual» de concienciación

La Hora del Planeta se reivindicará el próximo 30 de marzo desde las 20,30 a las 21,30 horas. Este movimiento -nacido en Sidney en 2007 como gesto simbólico para llamar la atención sobre el problema del cambio climático- invita al responsable a apagar las luces de hogares, edificios y monumentos emblemáticos durante una hora a modo de sencilla acción que se ha convertido en el mayor evento de movilización ambiental de la historia. No en vano, el pasado año participaron miles de ciudades de 187 países del mundo que apagaron más de 12.000 monumentos y edificios icónicos.

Pues bien, a modo de «gesto» municipal que espera ser inspirado de «gestos individuales», quiso la concejala de Servicios Públicos y Sostenibilidad tratar de contagiar esta intervención integrado al Ayuntamiento en una dinámica por la que se apagará la iluminación ornamental de 23 monumentos. Entre otros, Puerta de Bisagra, Teatro de Rojas, Castillo de San Servando, las murallas, el Circo romano, o los edificios del Ayuntamiento, de las Cortes, de la delegación del Gobierno o del Palacio de Fuensalida.

Con este proceder «simbólica y muy visual», la concejala de Ganemos presentó esta intervención como «ejemplo para la ciudadanía y para animar a las toledanas y toledanos a que se adhieran en sus hogares a esta iniciativa» porque, precisó, «muchos gestos individuales, pueden impulsar grandes cambios».

En este sentido, y sabedora de que la máxima puede ser viable, aprovechó la ocasión para incentivar algunos cambios relativos, por ejemplo, al consumo de energía verde, a la reducción de las potencias contratadas o a la sustitución de los sistemas de iluminación por soporte de bajo consumo. Variaciones, que también pueden ejecutarse en los consumos de agua, que «además de reducir emisiones, ahorra en energía y consumo» por lo que supone «una bienvenida rebaja en las facturas». Porque, sentenció, «pensar en las generaciones futuras requiere de un cambio de hábitos».