Este martes, 29 de junio, se cumplen 25 años de un hito histórico en el tenis talaverano; y es que aquel día de 1996 cuatro de los técnicos de la Escuela de Los Alcores jugaron durante doce horas un partido de dobles que entró en el Libro Guinness de los récords. Eran Jaime Sierra, Nacho García, Alberto Soria y Benedicto Tapetado. Este último, actual director de la Escuela de Los Alcores, indica que «fue un hecho inaudito y algo muy curioso». La gesta transcurrió desde las 22,00 horas del día 29 a las 10,00 horas del 30; Tapetado recuerda que «tuvo mucha aceptación de público e, incluso, estuvo con nosotros la tuna».
Certificaron el récord el delegado nacional del Libro Guinness y un notario; pero, además, al requerir un enorme esfuerzo físico estuvo también presente el doctor Antonio Muñoz Carmona, el fisioterapeuta Vicente Cuesta y Mela como masajista. Y fueron necesarios también cronometradores, encargados del avituallamiento, jueces de línea… En definitiva, «supuso un gran despliegue técnico». Paralelamente, los alumnos de la Escuela Los Alcores jugaban en las pistas aledañas «una especie de liga toda la noche».
Preparación. Los protagonistas, que se prepararon durante dos meses, se alimentaban durante esta gesta de agua de limón, sales minerales y frutos secos. Y, además, «nos pesábamos en cada cambio». Pero es un hecho que «lo que imperó fue el cerebro».
Una vez alcanzado el récord, «a la mañana siguiente vino el alcalde, que era Florentino Carriches, y el presidente de la Federación de Tenis de Castilla-La Mancha, Francisco Adeva, que ya ha fallecido».
En definitiva, «fue una fiesta». Y lo más importante es que «no nos lesionamos»; en este sentido, reconoce que «teníamos miedo escénico de que no saliera bien por alguna lesión». Pero, según destaca, «la concentración fue máxima». La pareja ganadora fue la formada por Jaime Sierra y Benedicto Tapetado ante Alberto Soria y Nacho García. Como es lógico, «fueron una barbaridad de sets». Tapetado explica que este récord «fue batido años después».
Como dato curioso, recuerda que «la Copa nos la entregó Quique San Francisco». Fue en los Jardines del Prado en un acto organizado por el Ayuntamiento para premiar a talaveranos, asociaciones o clubes.
Para conmemorar esta fecha, esta noche «nos vamos a reunir parte del equipo; jugaremos unos partiditos y tendremos una tertulia para recordar aquella barbaridad».