A correr la San Silvestre tras pasar por el altar

Leticia G. Colao
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Rubén Loarte y María cumplieron su deseo de darse el 'Sí quiero' el 31 de diciembre, fecha especial por ser además el cumpleaños de la novia. Participaron en las cañas del Casco e incluso hicieron un tramo de la carrera que despide el año.

A correr la San Silvestre tras pasar por el altar - Foto: Podadera Fotografía

Cotillones, brillos, vestidos largos y uvas. La Nochevieja se caracteriza por ser una de las mejores fiestas, la que inicia el nuevo año con brindis y lentejuelas, con sombreros de colores y confeti. Pero ellos la quisieron más especial aún e hicieron coincidir el último día del año con el de su boda, a lo que se sumó también la ilusión de la novia por celebrarlo en su cumpleaños, justo el día que cumplía 32.

Rubén y María, María y Rubén -también conocido por Loarte- decidieron convertir la noche más mágica del año en una fiesta única, que no solo ellos sino todos sus invitados recordarán por siempre. A pesar del miedo y la incertidumbre generada por Ómicron dos o tres semanas antes, con unos nervios añadidos a los habituales de una pareja a punto de pasar por el altar, decidieron seguir adelante con una boda que, con todas las medidas de seguridad, salió a la perfección. Hasta el tiempo acompañó con la Nochevieja más cálida de las últimas décadas.

El 31 de diciembre es la fiesta de Nochevieja pero es mucho más que eso, y así lo vivieron también los novios. Tras la celebración religiosa en la iglesia de Santiago, los ya recién casados partieron al Casco Antiguo de Talavera a hacerse las clásicas fotos de recuerdo. No contaban con que ese día, y en ese mismo lugar, las cañas del último día del año abarrotaban las calles y, sin ningún problema, optaron por mezclarse ayudados por la simpatía y buen  rollo de una ciudad de fiesta.

A correr la San Silvestre tras pasar por el altarA correr la San Silvestre tras pasar por el altar - Foto: Podadera FotografíaLos talaveranos contribuyeron a hacerlo aún más especial y no dudaron en abrir un paseo central a los recién casados quienes, aprovechando la coyuntura, disfrutaron del momento.

La cosa no acabó aquí. El escenario fotográfico se trasladó poco después a las letras corpóreas de Talavera que lucen en Ronda del  Cañillo, junto a las Murallas de Carnicerías. Allí no había cañas pero sí el desarrollo de la San Silvestre que como es tradición, cierra las competiciones deportivas cada año.

Y si formaron parte de la celebración de Arco de San Pedro junto a la algarabía colectiva, tampoco tuvieron inconveniente en adentrarse en la prueba atlética para darle más color aún a una de las carreras más populares. Así, tras recogerse la novia la cola del vestido y tirando ambos de simpatía, se  unieron a los sorprendidos atletas durante un breve tramo que generó los aplausos del público asistente. Algunos, incluso, les preguntaban si eran novios de verdad o si se habían disfrazado para la ocasión.

María y Rubén, Rubén y María decidieron convertir la Nochevieja que cerraba 2021 y daba la bienvenida al 22 en un evento mágico y emotivo, lleno de sorpresas e ilusión no solo para ellos, sino para todos sus familiares y amigos -con su perro Arda presente- con quienes decidieron iniciar su proyecto de vida juntos.

La boda fue una fiesta total, con cumpleaños, Nochevieja, cañas y San Silvestre incluido. Ahora, a los símbolos clásicos de las uvas y el cotillón de este día, ellos unirán además las dos alianzas.