El Grupo Unicaja Banco registró un beneficio neto de 153 millones de euros en 2018, lo que supuso un aumento del 10,2% respecto al ejercicio 2017, según informó ayer la entidad, que achacó esta mejora al aumento del 3,1% del margen de intereses, la disminución del 2,2% de los gastos de explotación, así como a una «importante y recurrente» reducción de las necesidades de saneamientos.
Asimismo, la compañía destacó la mejora de los niveles de solvencia, la disminución de los activos no productivos, a la vez que se mantuvieron los «altos» índices de cobertura, el incremento de nuevos créditos a pymes y particulares, y los «holgados» niveles de liquidez.
Mientras, la entidad presidida por Manuel Azuaga apuntó que la calidad de balance y los niveles de solvencia le permitieron considerar someter a aprobación, en la próxima Junta General Ordinaria de Accionistas, una propuesta de distribución de un dividendo en efectivo del 40% del resultado neto del Grupo, anticipando así dos años la expectativa prevista para 2020 en la salida a Bolsa.
Esto supondrá distribuir al conjunto de los accionistas un importe total de dividendo en efectivo de 61 millones de euros, frente a los 34,6 millones de euros repartidos con cargo al resultado del ejercicio 2017, y que equivaldrá a un importe de 3,8 céntimos por acción, frente a 2,1 céntimos abonados con cargo al resultado del curso anterior, lo que representa un incremento del 76%.
El margen de intereses subió un 3,1% respecto a diciembre de 2017, debido al impulso de la nueva producción crediticia, que estabilizó los ingresos, a la aportación de la cartera de renta fija, y a la disminución de los costes de financiación.