Montar en bici alarga la esperanza de vida en varios años

M.G
-

La investigación del Laboratorio de Fisiología del Ejercicio de la UCLM afronta su etapa final pidiendo voluntarios para un programa de acondicionamiento físico que mejora la salud. La UCLM necesita 60 ó 65 voluntarios para seguir con este trabajo

Una de las clases de bicicleta estática de este programa de investigación de la UCLM. - Foto: La Tribuna

Montar en bici es uno de los mejores ejercicios cardiovasculares y logra una serie de beneficios que podrían apuntarse en una larga lista. Y si este entrenamiento lo realizan personas sedentarias con sobrepeso y con algunos factores de riesgo asociados -hipertensión, glucosa alta y colesterol- los resultados son tan significativos que van ligados a la esperanza de vida, como explica Miguel Ramírez, uno de los investigadores del programa que mantiene abierto el Laboratorio de Fisiología del Ejercicio de la Universidad de Castilla-La Mancha, dirigido por el catedrático Ricardo Mora, desde hace casi una década.

La investigación, que concluirá el próximo año, puesto que se trata de un programa que cuenta con una subvención ministerial, está logrando sus objetivos y dispone ya de firmes conclusiones que vinculan el ejercicio físico a la mejora cardiovascular en personas que no  practicaban ninguna actividad y mantienen desde hace tiempo riesgos en relación al desarrollo de enfermedades relacionadas con el corazón. Los resultados son positivos y deben evaluarse en su conjunto, pero la mejora del acondicionamiento físico marca el cambio de vida de los voluntarios que llevan años participando en este programa.

Ramírez reconoce que hay muchas variables que mejoran con la práctica de bicicleta estática durante los cuatro meses que dura el entrenamiento programado en la investigación. «Si únicamente se tuviera en cuenta la mejora del estado físico sería ya algo muy valioso porque está relacionada directamente con un descenso importante de la mortalidad en los años siguientes».

Además, el investigador, que  está trabajando en los resultados junto a otro compañero para su tesis, apunta que los participantes también experimentan una pérdida de peso de uno o dos kilos de media y reducen dos o tres centímetros de cintura, otro factor llamativo, sobre todo, si se tiene en cuenta que el programa no contempla el control ni la variación de la dieta. La presión arterial también se reduce «en ocho milímetros de mercurio», según indica, es decir, se puede comparar «a los efectos de una pastilla para la hipertensión».

En este sentido, este estudio también está permitiendo comprobar que otros factores asociados al riesgo cardiovascular, como la glucosa elevada y el colesterol , no acusan grandes variaciones «porque necesitan una bajada de peso mayor que exigiría más meses de ejercicio físico de alta intensidad y de dieta saludable.

voluntarios. La investigación continúa abierta y el Laboratorio de Fisiología del Ejercicio necesita  60 0 65 personas de entre 18 y 65 años con sobrepeso y factores de riesgo cardiovascular para que participen en el programa durante cuatro meses. La idea es formar grupos de 20 o 25 personas los lunes, miércoles y viernes , de 8 a 9 horas, de 16 a 17 horas y de 17 a 18 horas, y pedalear en bicicletas estáticas en grupo, como si se tratase de una clase de spinning, adaptada a sus condiciones físicas. Además, antes y durante el ejercicio se realizan controles y un electrocardiograma y todo ello está supervisado por el médico José Fernando Ortega, también profesor de la UCLM.

Desde la puesta en marcha del programa hace casi una década, más de 300 voluntarios han pasado por las instalaciones universitarias. Si bien, la búsqueda de candidatos entraña dificultades, sobre todo, por la duración del programa. En algunas ocasiones, como apunta Ramírez, algunos de ellos han querido participar por segunda vez y no ha sido posible «porque su estado físico era más elevado y no podían cumplir con los requisitos».

Los interesados pueden ponerse en contacto con este investigador a través del correo electrónico miguel.ramirez@UCLM.es. El estudio garantiza una mejora de su estado físico y cambia la vida de la mayoría de ellos a lo largo de los meses.

La media de edad de los participantes suele superar los 50 años. Encontrar a voluntarios jóvenes es muy difícil, sobre todo, porque pueden presentar sobrepeso, «pero la edad es determinante en factores como la hipertensión, la glucosa  y el colesterol». A pesar de todo, el síndrome metabólico tiene una alta incidencia en España porque lo sufre «casi un tercio de la población adulta».

La investigación continuará abierta unos meses más y quizá puedan ofrecer más conclusiones, pero lo cierto es que con lo que ya se conoce hasta la fecha «se podría ayudar mucho al sistema de salud» y el ejercicio físico habitual ahorraría muchos costes a las administraciones.