La línea de alta tensión del hospital, de utilidad pública

J.S.
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La Junta autoriza la ocupación urgente de 5 fincas para la línea de alta tensión del nuevo hospital. Los propietarios están citados el 28 de julio en el Ayuntamiento de Toledo. La obra es necesaria para que el hospital funcione a pleno rendimiento

La canalización por Río Arlés comenzó a realizarse en abril y ya ha finalizado. - Foto: Yolanda Lancha

La Dirección General de Transición Energética de la Consejería de Desarrollo Sostenible declaró el pasado mes de marzo de utilidad pública  la instalación de la línea de alta tensión que dará servicio al nuevo hospital de Toledo. Una declaración que lleva implícita la necesidad de ocupación de los bienes afectados o la adquisición de los derechos afectados e implica su urgente ocupación en los términos previstos en la Ley de Expropiación Forzosa.

La nueva línea de alta tensión, que tendrá una longitud de 3,36 kilómetros, parte de la subestación eléctrica existente en Azucaica y llegará hasta el nuevo centro sanitario. Para ello deberá salvar  el cauce del Tajo, la línea del AVE y la TO-23 (antigua N-400). La actuación es necesaria porque, según consta en el proyecto de ejecución de la línea, la «red de distribución de energía eléctrica existente es insuficiente», ya que el hospital necesita 15 MW. Es decir que, mientras que no entre en funcionamiento esta línea de transporte de suministro eléctrico el nuevo hospital universitario de Toledo no podrá estar plenamente operativo.

La nueva línea de alta tensión tendrá un tramo aéreo y otro subterráneo. En total se estima que el  primero tendrá una longitud de 2.065 metros. Así, por ejemplo, se salvarán tanto la vega como el cauce del río Tajo así como la TO-23.

El tendido del nuevo cable eléctrico también discurrirá por la zona industrial y residencial del barrio del Polígono. En su recorrido hacia el hospital deberá atravesar las calles Río Jarama y Valdemolinos, las tres en el polígono industrial. Ya en la zona residencial del barrio de Santa María de Benquerencia, la línea discurrirá por vías como Arlés, Vía Tarpeya en su intersección con la calle Río Guadiana.

En todos los casos, el cable deberá quedar soterrado en todas estas calles y siempre deberá discurrir por la acera, zonas terrizas o banda de aparcamientos. Sólo en casos extremos se autorizará que lo haga bajo la calzada. El tramo subterráneo de la línea de alta tensión tiene una longitud de 1.303 metros.

Aunque las empresas encargadas de las obras avanzan a buen ritmo. Es el caso de los tramos que discurren por la zona residencial del Polígono a la altura de las calle Río Arlés y Vía Tarpeya.

Los trabajos también han avanzado a ambos lados de la primera rotonda de la TO-23, que da acceso a ‘Luz del Tajo’. La propuesta defendida en el proyecto apostaba por anclar el cable bajo el tablero del puente de este rotor para evitar su soterramiento. Finalmente esta alternativa se ha descartado puesto que la solución, por motivos de seguridad del tráfico, no convencía a los técnicos de la Demarcación de Carreteras, cuya autorización era preceptiva para el comienzo de las obras, ya que esta vía es de titularidad estatal. Finalmente I-DE Redes Eléctricas Inteligentes optó por proceder a su soterramiento.

Sin embargo, las máquinas no han podido entrar aún en algunas fincas particulares situadas en las zonas próximas al río Tajo y por donde el cable discurrirá bien en vuelo bien de forma subterránea. Los titulares de las mismas, en virtud de la urgente ocupación que permite la declaración de utilidad pública ha sido citados el próximo 28 de julio en el Ayuntamiento de Toledo para proceder a llevar a cabo el levantamiento de actas previas a la ocupación o, en su caso, las actas de ocupación definitiva de las fincas afectadas. La línea atraviesa en total 32 propiedades (el vuelo y sus apoyos) y por otras 7 el subterráneo (tres de ellas propiedad del Ayuntamiento de Toledo). De todas ellas, cinco son las fincas afectadas por el proceso expropiatorio.

presupuesto. Las obras, que cuentan con presupuesto de 3,31 millones de euros servirán para tender una línea eléctrica a 132/20 Kv y doble circuito para resolver la alimentación y la integración de la subestación eléctrica Hospital de Toledo haciendo entrada y salida desde la actual línea de simple circuito identificada como Aceca-Toledo.

Además, el proyecto incluye también la construcción de un centro de reparto alimentado desde el nuevo sistema de 20 KV de la subestación Hospital de Toledo e interconectado a través de líneas subterráneas con el resto de la red de media tensión.