En el año del coronavirus todo el mundo pedirá hoy suerte, aunque mirará con el rabillo del ojo el destino caprichoso de las bolas en manos de los niños de San Ildefonso. Una de las citas más esperadas del año, que da el pistoletazo de salida de las fiestas navideñas, llega hoy en un ambiente de pandemia que restará efusividad a las celebraciones, pero que convierten al Sorteo Extraordinario de Navidad en más deseado si cabe por la situación económica.

El ‘Gordo’ ha caído hasta en 24 ocasiones en Castilla-La Mancha a lo largo de su historia, cinco de ellas en la provincia de Toledo. Talavera de la Reina se ha visto agraciada con el primer premio de este sorteo extraordinario dos veces -en 1985 y en 2007-, mientras que en Mocejón cayó una vez en 1990, en Quintanar de la Orden otra en 2013 y en El Viso de San Juan en 2018.

Esa estadística adversa, que podría romperse también en un año atípico, es vista con indiferencia por los habitantes de la provincia, que han mantenido viva la tradición y la ilusión y que este año han invertido en ‘El Gordo’ una media de 59,78 euros. En total, en la provincia se han vendido 207.690 décimos del sorteo de hoy, según las estimaciones de Loterías y Apuestas del Estadio, lo que hace una inversión de 41.538.000 millones de euros solo en la provincia.

 Cada español gastará este año una media de 65,66 euros en comprar décimos para el Sorteo Extraordinario, un total de 2,82 euros menos que en 2019, mientras que cada ciudadano de Castilla-La Mancha invertirá en este sorteo una media de 72,18 euros.

Esta cantidad es estimativa ya que el dato será definitivo cuando se reciban las devoluciones de boletos no vendidos durante la campaña de este tradicional sorteo. El año anterior, la consignación por habitante previa fue de 68,48 euros de media.

De este modo, los más de 65 euros de gasto por persona corresponden a las estimaciones de venta que hace Loterías y Apuestas del Estado a la hora de enviar los boletos a las administraciones de lotería, aunque más tarde siempre hay una proporción de décimos que se quedan sin vender.