Convivencia deportiva por una igualdad de derechos

J. Monroy
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Unas doscientos cincuenta personas participan en las jornadas, organizadas por Marsodeto, que sirven para reivindicar una igualdad de trato y empleo para las personas con discapacidad

Unas doscientos cincuenta personas han participado en el campo de fútbol del Arroyo, en Santa Bárbara, en las convivencias deportivas de Marsodeto. Acudieron desde Yepes, Toledo, Torrijos, Talavera de la Reina, Quintanar de la Orden y La Guardia (de entidades como Amafi, Apanas, Apandif, Asprodeta, Asprodif, Down Toledo, Fundación Madre de la Esperanza y Homiguar) personas con discapacidad, familiares y voluntarios de localidades como para compartir experiencias y buenos momentos.

Pudieron desarrollar deportes alternativos, como juegos de sacos, o petanca, en definitiva, juegos lúdicos para fomentar que las personas con discapacidad unos hábitos de vida saludable.

Las convivencias deportivas fueron unas jornadas lúdicas y deportivas que sirvieron de hermanamiento y convivencia a las distintas entidades de la Federación. Se celebraban este miércoles, explicaba la gerente de Marsodeto, Carmina Rodrigo, aprovechando que se celebraba el Día Mundial de la Parálisis Cerebral, y que la anterior había sido la Semana Europea del Deporte.

Reivindicaciones. La principal reivindicación de las personas con discapacidad integradas en Marsodeto es que se les trate como una persona más. «No son distintos, son iguales que nosotros -apuntaba Rodrigo-, porque de hecho, nadie es igual, cada uno de una manera». Piden ser uno más, y tener derecho a todas las instalaciones y todas las actividades que se puedan realizar.

En respuesta, reconocía Rodrigo, poco a poco se va consiguiendo que la sociedad vaya cambiando y se conciencie. No en vano, recordó, la discapacidad puede llegar a todo el mundo en cualquier momento de su vida. Es verdad que se han ido cambiando las cosas, apuntó, porque antes las mismas familias escondían a las personas con discapacidad, no las mostraban; mientras  que en estos momentos no es así. Pero todavía hay barreras.

Hay barreras, explicó la gerente de Marsodeto, por ejemplo, hay más prejuicios con las personas con discapacidad intelectual cuando quieren encontrar un trabajo. A muchos empresarios les echa atrás su discapacidad. Yaunque es verdad, apuntó Rodrigo, que tienen algún problema más, afortunadamente las distintas asociaciones tienen sus apartados de capacitación laboral, que prestan el apoyo que necesitan a las personas con discapacidad intelectual. «Y es verdad que las personas que se están concienciando y están dejando que las personas con discapacidad trabajen en sus empresas están descubriendo que son más los prejuicios y las barreras que se tienen que lo que es la realidad», apuntó.

La celebración de actos como estas convivencias deportivas, entre otros, están sirviendo para reivindicar los mismos derechos que las demás personas.