El torero de Cedillo del Condado, Gómez del Pilar, es el torero de la provincia que más corridas lleva esta atípica temporada, y no es por casualidad. El tercer paseíllo y siete orejas, lleva en su haber y lo que le queda por delante. Hoy otra vez ha dado la cara y de qué manera, jugándose el tipo llevándose una voltereta espeluznante, donde los astifinos pitones del toro recorrieron pecho y cuello, sin hacer presa milagrosamente.
Al que salió en segundo lugar al ruedo, que fue un bravo astado de ‘El Cubo’, al que Del Pilar recibió muy entonado con la capa. Cuando el burel se encontró con el varilarguero lo levantó por los aires al binomio caballo y caballero, quedándose el equino a merced, sin que le ocurriese nada más que el susto y algún zarandeo.
Tras brindar el toro a Espartaco que estaba en los tendidos con su correspondiente mascarilla, realizó un gran comienzo de faena con la pañosa pegado a tablas, con muletazos encajados y queriendo llevar al toro muy toreado. Ya en el centro del anillo lo comenzó a tantear por ambos pitones, declinándose por la zurda. Gran pitón izquierdo del burel que supo aprovechar Gómez Del Pilar al natural, con tandas de toreo bajo la pala del pitón, llevándolo cosido a los flecos, lo que gustó al respetable que cubría ampliamente los tendidos con sus distancias correspondientes. Una oreja fuel el premio que le concedió la presidencia al acabar de estocada entera en lo alto con el bravo toro.
Muy serio el quinto toro de la tarde, el más de toda la corrida, correspondiente al hierro de Fuentespino, con el que Gómez Del Pilar salió dispuesto a por todas de salida con el capote. Se llevó un tremendo susto su banderillero Manolo Macías, el cual fue arrollado y volteado al intentar sacar al astado del caballo. El torero realizó acto seguido un gran quite al imponente toro. En el tercio de banderillas vimos un gran tercio con los garapullos de Ángel Otero que fue obligado a saludar al respetable. No era un toro cierto, pero Gómez del Pilar no se dejó nada en el tintero, puso ganas, disposición, valor, raza y entrega. El toro sorprendió cuando iba a brindar al espada de Cedillo del Condado, que con la montera en la mano, comenzó a torear con la diestra. Al rematar esa tanda realizó la dedicatoria a los tendidos que ovacionaron los reflejos del torero. Toreó con la mano baja, llevando al animal con muletazos encajados con la diestra a un toro incierto que se iba apagando poco a poco. Gómez del Pilar, dio todo y más sabiendo que debía puntuar en este acto, lo que le valió una tremenda y seria voltereta que por momentos preocupó a los presentes, dejando conmocionado al torero. Con coraje y amor propio se repuso casi sin mirarse y acabó con una estocada enterrada en todo lo alto, lo que le valió para cortarle dos orejas al serio toro.
El primer toro del hierro de Fuentespino, de nombre ‘Nazareno’ y de capa burraco, fue recibido por Javier Castaño, el que estuvo correcto con el capote de que fue molestado por el viento en varias ocasiones. Protagonizaron los subalternos Diego Ferreira y Fernando Sánchez un gran tercio de banderillas obligándoles el público a saludar montera en mano. Tiró de experiencia el torero salmantino Javier Castaño, y se empezaron a ver buenos trazos con la muleta por ambos pitones, tantas largas guardándose de que el aire no le descubriese. Aprovechó la calidad del toro para seguir toreando con temple y poso, llegando a un final de faena más entonado que fue a más. Mató de media estocada en lo alto y dos verduguillos, saludando el espada al respetable desde el tercio.
Comienzo de capa Castaño al cuarto de ‘El Cubo’, toreándolo por verónicas y rematando con una media de gusto. Ta con la muleta en la diestra, él se sacó toro con poder con doblones a los medios donde comenzó el toreo fundamental principalmente con la mano diestra. No estuvo entonado con la espada, lo que hizo silenciar su labor en La Torre de Esteban Hambrán.
Colombo hacia su primer paseíllo de la temporada y llegó con muchas ganas a la plaza toledana. Estuvo muy variado con la capa y posteriormente en el quite por chicuelinas que realizó tras el tercio de varas. Colombo estuvo con voluntad y entrega con las banderillas. Logró el venezolano calmar al astado su violencia en el comienzo de muleta. Estuvo en toda la faena con ganas y toreo por ambos pitones con decisión a un toro que se fue apagando poco a poco. Mató de un volapié en todo lo alto y le cortó una oreja.
Al que cerró el festejo Colombo, lo recibió rodilla en tierra al son que sonaban los acordes de la jota. El toro tuvo movilidad y llegó al tercio de banderillas entregado al torero venezolano que hizo las delicias del público. Muy firme con la franela con ambos pitones toreando largo y con la mano baja. Logró de nuevo un tremendo estoconazo que tiro al toro sin puntilla lo que le valió para cortar otra oreja.