La tercera edición del Congreso Nacional de la Federación Española de Diabetes (FEDE) se inauguró con la buena nueva, anunciada por presidente autonómico esta semana, de que a partir del 1 de diciembre todos los pacientes con diabetes tipo 1 de Castilla-La Mancha tendrán derecho a la financiación del sistema de monitorización de glucosa. Por ello, Jesús Fernández Sanz aprovechó la ocasión para destacar que el Ejecutivo regional ha marcado como pilar fundamental «apostar por la vanguardia en el abordaje de la diabetes, en el apoyo al paciente y en su empoderamiento para el autocuidado».
Bajo esta premisas, e insistiendo en la labor desarrollada en torno la «cronificación de todas las enfermedades crónicas, entre las que la diabetes es la más importante y prevalente». No en vano, desde 2017, el Gobierno de CLM «introdujo, dentro de los productos financiados por el sistema sanitario público, los sistemas de monitorización de glucosa mediante sensores para menores con diabetes tipo 1», con edades comprendidas entre los 4 y 17 años, ahorrando a las familias el desembolso su adquisición.
Y puesto que fue esta región «la primera Comunidad Autónoma en facilitar esta prestación asistencial en España» -que permite a los pacientes hacer el seguimiento de sus niveles de glucosa con una reducción del número de pinchazos diarios-, el consejero recordó que el pasado año se amplió el colectivo de pacientes subsidiarios de beneficiarse de la financiación «con la incorporación de usuarios diabéticos invidentes y mujeres con diabetes gestacional en tratamiento con insulina». De hecho, apuntó que desde el Sescam ya se han suministrado «902 sistemas de monitorización de glucosa mediante sensores». Siendo, por ello, «la Comunidad pionera en dispensar de manera universal y gratuita este dispositivo».
Autoconocimiento. Sobre la importancia de apoyar al paciente en su empoderamiento para el autocuidado, Fernández Sanz explicó que la región cuenta con las Escuelas de Salud y Cuidados como «pilares de nuestra política de humanización de la sanidad y de atención a la cronicidad». Espacios nacidos como lugares de «aprendizaje y encuentro entre pacientes, familiares, cuidadores, asociaciones y profesionales sanitarios» con los que mejorar la competencia de los pacientes en salud y en la gestión de la propia enfermedad en distintos procesos crónicos o prevalentes.
En este punto, y para confirmar los buenos resultados obtenidos, se está creando «una red de formadores a lo largo de toda la región» con el fin de que transmitan sus experiencias y conocimiento a otros pacientes que se encuentran en la misma situación, favoreciendo así la capacitación de los pacientes y su implicación, tanto en el autocuidado como el manejo de la enfermedad crónica para mejorar su salud y calidad de vida. De hecho, en el caso de la diabetes, el consejero aseguró que «hemos celebrado 15 talleres, y en ellos se han formado más de 250 pacientes y 37 profesionales».
Una labor destinada, añadió, «a afrontar uno de los grandes retos que el sistema sanitario y la sociedad», la cronicidad que unida al envejecimiento de la población «nos tiene especialmente alerta». Recordó, Fernández Sanz, que «el 20% de los pacientes castellanomanchegos presentan alguna enfermedad crónica y, sin embargo, suponen más del 80% de las consultas de Atención Primaria».