Los vecinos de Los Navalmorales observaron espantados el domingo por la noche que las llamas se extendían junto a la Sierra del Santo, en las inmediaciones del núcleo urbano. El alcalde, Antonio Talavera, y tres concejales acudieron al lugar; junto con ellos, cerca de medio centenar de vecinos que se emplearon durante minutos para controlar el fuego. Al final, el siniestro devoró sólo 3.000 metros cuadrados.

«Desde el Ayuntamiento queremos agradecer a todos los héreos anónimos, agricultores, albañiles, maestros, gerentes de orujeras, trabajadores del Ayuntamiento y de la Mancomunidad, Guardia Civil,  que no dudaron ni un instante en luchar contra un incendio, actuando con rapidez, con los medios que tenían a su alcance», destaba ayer el Consistorio en un mensaje.

El alcalde apuntó en palabras a este diario que los vecinos se volcaron para mitigar el efecto del incendio. Por ejemplo, un agricultor sacó un tractor para hacer un cortafuegos, y los trabajadores del Ayuntamiento, en un día libre, sacaron una autobomba. «La preocupación era muy grande», afirma el regidor, quien temía que se extendiera por el monte hasta la ermita de San Sebastián o incluso que pudiera llegar hasta las viviendas.

Los bomberos del parque de Belvís de la Jara y el retén de forestales de Los Navalucillos se encontraron con buena parte del trabajo hecho. Así, el fuego quedó controlado una hora después de la detección y extinguido dos horas y media más tarde.