El surrealista «riesgo de incendio» en Compo Factory

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Los bomberos acudieron ayer, tras una llamada anónima, a sofocar las hogueras que los trabajadores de Compo Factory encendieron a la puerta de su empresa para calentarse durante las concentraciones por impagos desde septiembre

El surrealista «riesgo de incendio» en Campo Factory - Foto: Yolanda Lancha

Los trabajadores de la empresa Compo Factory, situada en el polígono industrial de Toledo, llevan sin cobrar desde el pasado mes de septiembre, sin perspectivas de cobrar y en huelga indefinida desde el pasado jueves. Eso sí, lo que tuvieron en la jornada de ayer fue la visita de los bomberos.

En su cuarta jornada de lucha, se presentaron los bomberos del parque municipal de Toledo para apagar el fuego de las hogueras donde se calientan los trabajadores durante su concentración a las puertas de su empresa.

Según dijeron, por orden de la Policía Nacional, que a su vez indicó que «alguien» anónimo, había reclamado la intervención de ambos cuerpos de seguridad alertando del «riesgo de incendio» que entrañaba la modesta hoguera de los huelguistas, y denunciando el «daño al mobiliario urbano».

Ambas advertencias sonaban para los trabajadores, según denuncian desde el sindicato CCOO, «descabelladas, absurdas; y más aún por no tener padre ni padre conocidos». Pero la orden se ejecutó, pese a las protestas de los responsables sindicales: «Aquí, los únicos daños los sufren los trabajadores, que no cobran. Y el único riesgo no es que se incendie nada, sino que se incendien ellos», denunciaron los empleados.

«Nos deben la nómina de octubre, y ya la de noviembre también. Además, nos han asegurado que no nos van a pagar lo que nos deben ni las nóminas futuras que puedan venir. Y han planteado un ERE. Y, según dicen, un concurso de acreedores», manifiestan para añadir que «del concurso, realmente lo único que tenemos es la palabra de la empresa, porque no hay constancia ni documento alguno que asegure que lo hayan pedido».

«Dicen que lo han presentado, aprobado no está», explica el presidente del comité, que además recuerda que, en todo caso, «no hay ningún acreedor más que los trabajadores. La empresa no le debe dinero a nadie más que a nosotros, y además de manera voluntaria».