Las obras de restauración de la fachada de la torre de la Catedral Primada de Toledo encaran su fase final. El arzobispo de Toledo, Francisco Cerro, visitaba este martes la intervención para comprobar el ritmo de los trabajos y dejaba constancia de la visita con varias fotografías en su perfil de Twitter. "Desde la altura de la catedral contempla un paisaje espectacular lleno de vida", comentaba el Primado en su perfil de la red social junto a las imágenes en las que se le ve sobre los andamios de la torre de la Catedral, junto a un encargado de la obra.

La pandemia del coronavirus provocó un ligero retraso sobre su plazo inicial de finalización de las obras previsto para el Corpus y ya en mayo el deán de la seo, Juan Miguel Ferrer, indicaba a La Tribuna que los trabajos finalizarían entre septiembre y octubre. «Esperamos que la obra esté terminada en septiembre u octubre», afirmaba.

La actuación se basa en una labor minuciosa y al detalle y serán garantía de conservación durante los próximos siglos para este elemento patrimonial de la Ciudad imperial.
A 50 metros del suelo -una distancia equivalente a la planta 18 de un edificio- y en un recorrido de descenso por la obra, el arquitecto conservador de la Catedral, Jaime Castañón, destacaba en enero que el efecto que supondrá la misma es «incalculable» pero confía en que, al menos, sirva con seguridad hasta más de 100 años.
En declaraciones a Efe, Castañón señalaba que hay zonas de la torre que no se habían tocado nunca, puede que desde hace más de 500 años, por lo que además de contribuir a su conservación durante los próximos siglos, esta restauración también despeja cualquier peligro de desprendimiento, como el ocurrido en octubre de 2018 y cuya piedra ha sido reutilizada en la obra.

Las obras de la torre de la Catedral encaran su fase final

Entre 800.000 y un millón de euros costará finalmente la intervención que dio comienzo el 4 de agosto de 2019, tras un mes y diez días de montaje de andamios alrededor de toda la torre, una tarea que arrancó el 26 de junio.

Aunque la obra ha requerido algunas modificaciones, también presupuestarias, sobre todo en relación a la rejería que rodea las campanas, sin embargo avanzaba al ritmo previsto al inicio del año, antes de la emergencia sanitaria.

Una decena de personas ha trabajado de manera constante desde el inicio de la restauración, en la que también han intervenido, en los momentos precisos, herreros o canteros.
La parte más complicada ha sido la ya realizada -no incluye la parte más alta de la torre que ya se restauró en los años 80- porque el objetivo era asegurar, hacia abajo, toda la fachada de la torre que durante más de cinco siglos se ha ido lavando con el agua que ha ido erosionando, hasta eliminar en algunos casos, la unión de las piedras (el mortero de cal).

Las obras de la torre de la Catedral encaran su fase final

En cuanto a los plazos, el equipo de obra esperaba haber concluido a principios del mes de mayo para revisar y que todo esté listo y la torre «perfectamente acabada» para el Corpus Christi 2020, que este año se celebró el 11 de junio.

Las obras de la torre de la Catedral encaran su fase final